Si en la nueva vida del baloncesto de Cáceres --esa que se abrió hace tres años con el aterrizaje en la Liga LEB Plata-- hay un momento doloroso es la derrota en la final a cuatro por el ascenso de mayo del 2008 frente al Illescas, algo así como un eterno rival que ahora vive horas más bajas. Sin embargo, el Cáceres 2016 podrá el próximo viernes reencontrarse en cierto modo con ese trauma e intentar seguir borrándolo y prolongando un inicio de liga casi perfecto: visita al Fundación Adepal Alcázar, que tiene al entrenador del aquel Illescas, Javier Juárez, y a dos de sus verdugos en la triste tarde en el Multiusos, Dexter Lyons y Duane Virgil.

Juárez era el alma y el mesías del Illescas y lo es ahora del Alcázar, uno de los nuevos en LEB Oro, a la que ascendió hace unos meses brillantemente contando también con Lyons --un escolta letal cuando está en racha-- y Virgil, rápido jugando al poste, aunque castigado por la edad. El entrenador mantiene una enorme complicidad con ambos. Es un hombre joven de un carácter pasional, controvertido, siempre encima de sus jugadores --a los que intenta exprimir al máximo-- y de los árbitros. Retirado de las canchas hace relativamente poco tiempo, no se puede decir que sea precisamente un perdedor: con Illescas subió de EBA a LEB Oro, dos ascensos a los que hay que añadir el de la última campaña. Es un proyecto que se busca que sea similar en Alcázar... excepto en el episodio de la temporada 2008-09, cuando problemas económicos lo desmembraron al equipo toledano.

Ahora, en la localidad de 30.000 habituales del noroeste de Ciudad Real se está disfrutando a tope del baloncesto. La afición acude masivamente al Pabellón Antonio Díaz Miguel --el mítico exseleccionador nacional nació allí-- y se afronta con realismo la fuerte exigencia de la lucha por la permanencia en la LEB Oro.

Dos victorias y cinco derrotas es seguramente un balance escaso teniendo en cuenta que se han perdido partidos tan apretados como el del pasado viernes en Huesca (71-70). Otros dos nombres conocidos en Extremadura de la plantilla son los de los explacentinos Fran Robles y José María Balmón. Su máximo anotador es un veterano ex-ACB como Jerod Ward (12,7), seguido del corpulento Kiril Wachsmann (10,1) y Eloy Almazán (8,2).