Nuestro objetivo es ser campeones, queremos ser campeones. Pero de nada nos sirve eso si llegamos sin fuerzas a la liguilla. Los cuatro últimos partidos son muy importantes, pero lo decisivo empieza a partir del 16 de mayo", aseguró ayer Angel Alcázar, entrenador del Cacereño, que afirmó que ni ellos ni el Cerro tienen margen para cometer ningún error. "Creo que el primero que falle, sean ellos o nosotros, se puede despedir de la primera posición", dijo.

Para llegar en las mejores condiciones a la liguilla --sea como primero o como segundo-- Alcazar dijo que está preparando a los jugadores para que físicamente lleguen en las mejores condiciones y, en el aspecto deportivo, libres de tarjetas y de posibles sanciones.

El técnico cacereño señaló que la comida de confraternidad celebrada el lunes entre la plantilla y la directiva del club ha servido para "darnos ánimos a todos". "Tras una semana muy complicada por el tema de Cachola y por los arbitrajes, que han creado mucha ansiedad en la plantilla, este acto nos ha servido para calmarnos, tratar de olvidarlo y centrarnos en lo que es importante para nosotros, ganar", recalcó Angel Marcos, director general del Cacereño.

Cerro --primer clasificado del grupo XIV de Tercera-- y Cacereño --segundo-- tiene cuatro finales por delante para proclamarse campeones. Los rivales son prácticamente los mismos, Villanovense, La Estrella e Imperio de Mérida. Además, los pacenses tiene que enfrentarse al Plasencia en la última jornada y el Cacereño recibirá el próximo domingo (12.00 horas) al CD Badajoz, en lucha por la cuarta plaza con el Don Benito.

"Va a ser un partido muy complicado", dijo Alcázar en referencia al encuentro del domingo. "Ellos tienen la necesidad imperiosa de ganar si quieren ser cuartos y no se pueden permitir ningún fallo más. Lo mismo nos pasa a nosotros: si queremos ser campeones tenemos que ganar todos los partidos", recalcó.