Como si fuera un equipo grande, Juan Antonio Anquela, técnico del Alcorcón, reservó a varios jugadores en el encuentro del domingo ante el Cacereño (1-1). Y es que al sueño del 4-0 de la ida, el conjunto de Segunda B quiere añadir el de asaltar el fortín galáctico. Anquela se viste con piel de cordero ante la cita del Bernabéu. "No tenemos ninguna opción. Lo lógico es que nos machaquen", mantiene. Con todo en contra, ya que el Cacereño se negó adelantar su partido al sábado y jugarán 48 horas después de hacerlo en su liga, la palabra clave es disfrutar. "Ya hemos hecho lo que teníamos que hacer. Ahora, pase lo que pase, saldremos con la cabeza bien arriba", declaró el técnico.

Enfrente, Pellegrini se encomienda a un equipo que fue humillado en Santo Domingo hace 15 días. El Madrid se juega su prestigio y su credibilidad, dos cualidades que el Alcorcón ya tiene ganadas tras su proeza en la ida. Para la vuelta, ni el mismo Pellegrini sabe cómo jugará su rival. "Es imposible saber cómo van a salir, pero hay que hacerles ver que vienen de visitantes".