Ya durante el último tramo de la temporada 2012, el piloto extremeño de ciclismo BMX Alejandro Kim pensaba dar un giro de 180 grados a su filosofía y motivación personal a la hora de superar los objetivos y luchar por un concepto y unos principios que le identifiquen como deportista. La idea era bastante simple: echar un vistazo al pasado, a sus raíces para encontrar la fuerza y motivación para afrontar los retos.

Alejandro, de padre surcoreano, se ha criado en un ambiente familiar donde el deporte y la tradición oriental son la base lo que es él hoy en diá. Su padre, varias veces campeón del mundo de taekwondo, ha sabido inculcarle los valores competitivos y de respeto en el deporte unidos la disciplina oriental.

Esta temporada Kim ha dejado de lado los colores que hasta ahora le identificaban (amarillo, negro y blanco ) y decide hacer un homenaje a sus raíces y el país de procedencia de su familia adoptando los colores de su bandera (rojo, azul y blanco) en su indumentaria de competición junto en el diseño exclusivo y pintura personalizada de su casco y bici de competición, de marca, por tercer año consecutivo, BMX Redline.