El ciclista murciano puede colaborar con la Justicia italiana y declarar contra Fuentes o cualquier responsable de su exequipo, el Comunitat Valenciana, con lo que vería reducido el castigo de dos años. También puede defenderse negando que conociera la existencia de la sangre, puesto que Fuentes era el médico de su escuadra junto a la hermana de este y sometía a los ciclistas a análisis. Según diversos expertos consultados, la actuación del Comité Olímpico Italiano ofrece algunas dudas éticas al cotejar la sangre sospechosa con una prueba de dopaje que había dado un resultado negativo, pero ello no quita la esencia de que en la bolsa con el número 18 hay restos de EPO. Cualquier anulación del proceso difícilmente permitiría a Valverde acudir al Tour. Desde hace tres años, se ha convertido en el corredor del pelotón más controlado, precisamente por las sospechas que recaían en él.