La delegación alemana no se fía de Turquía con vistas al encuentro de semifinales que ambos equipos disputarán el próximo miércoles en Basilea, según aseguró ayer Oliver Bierhoff, componente del equipo técnico de la selección alemana.

Se refirió a las buenas actuaciones de los turcos en la primera fase y a superar situaciones adversas en tres partidos (Suiza, República Checa y Croacia), por lo que se demuestra "su pasión y su deseo por ganar".

La idea de los alemanes es intentar decidir el partido "rápidamente" para evitar que se repitan situaciones de este tipo, aseguró Bierhoff, quien calificó de "partido especial" el encuentro ante los turcos por tratarse de una semifinal de la Eurocopa.

AMBIENTE ESPECIAL "Habrá mucha emoción por toda Alemania y en el estadio en Basilea. Ante Portugal, había más alemanes en St. Jakob-Park, pero me han dicho que hay muchos turcos viviendo en esta ciudad. La falta de ambiente no será un problema", explicó.

En cuanto al estado físico de Torsten Frings, que fue sustituido ante Portugal por Simon Rolfes, Bierhoff dijo que el equipo médico está intentado recuperar al jugador del Werder Bremen. "Ha podido entrenarse a mejor nivel, ha hecho ejercicios de carrera continua y recuperación con bicicleta. Tendremos que esperar su reacción, por lo que todo queda pendiente de una reunión final entre el cuerpo técnico, los médicos y el propio Frings", indicó.

Respecto a las bajas turcas, advirtió que no facilitarán la tarea de Alemania: "La calidad es tan alta que, incluso, los jugadores que venían casi como apoyo son capaces de ganar partidos. Y eso va por nosotros también, ya que jugadores como Simon Rolfes y Thomas Hitzlsperger lo demostraron ante Portugal", indicó Bierholff, ganador de una Eurocopa en 1996.