Alemania, que empató sin goles en Irlanda, se convirtió ayer en el primer conjunto que confirma su presencia en la Eurocopa, al margen de los anfitriones Austria y Suiza, en una jornada de clasificación que dejó a Croacia, la República Checa y Grecia cerca de ese objetivo.

En el grupo A, lo único claro es que la selección serbia que dirige el español Javier Clemente queda a la espera de un milagro, después de empatar sin goles en Armenia. Tiene ocho puntos menos que Polonia, que remontó a Kazajistán (3-1), y cuatro menos que Finlandia, que empató sin goles ante Bélgica, y Portugal.

La selección lusa cumplió en Bakú, donde no contó en el banquillo con el técnico brasileño Luiz Felipe Scolari, sancionado por agredir al serbio Ivica Dragutinovic, pero se mostró muy superior a una selección azerbaiyana que, además, se quedó sin Aslan Karimov, en el minuto 29. Un gol del defensa Bruno Alves (m.12) y otro de Hugo Almeida, en el 45, la mantienen viva.

Del grupo B, sale reforzada Escocia, que cada vez cree más en el sueño de clasificarse en un grupo que cuenta con la campeona y la subcampeona del mundo, Italia y Francia. Frente a Ucrania, que jugaba a la desesperada, Alex McLeish planteó un encuentro al contragolpe y le salió bien (1-3).

A falta de dos jornadas, Escocia encabeza el grupo con 24 puntos, uno más que Italia, que derrotó a Georgia con un tanto de Andrea Pirlo (m.44) y dos más que Francia, que goleó a domicilio a las Islas Feroe (0-6).