La visita del Chelsea al Camp Nou (2-2) en la cuarta jornada del grupo A de la Liga de Campeones volvió a poner de manifiesto uno de los aspectos más preocupantes del Barcelona durante la presente temporada, su incapacidad de derrotar a equipos de su nivel, a tenor de los resultados que ha cosechado ante el Valencia, el Real Madrid o el propio Chelsea.

Después de comenzar la temporada con una abultada derrota (3-0) ante el Sevilla en la Supercopa de Europa, el Barcelona arrancó la Liga con tres victorias ante Celta, Osasuna y Racing, pero fue incapaz de superar al Valencia en casa (1-1).

Tampoco pudo con el Werder Bremen en Alemania (1-1), en el peor partido del equipo azulgrana durante la presente temporada. Sólo un gol de Messi en el último minuto evitó la derrota en Bremen, un tanto que puede convertirse en determinante para asegurar la clasificación para los octavos.

El único partido que ha ganado el Barcelona ante un rival de la zona alta de la tabla es el que ganó frente al Sevilla (3-1) en el Camp Nou gracias a dos goles a balón parado de Ronaldinho y uno de Messi, ya en los últimos compases de partido.

Frente al Chelsea, en Stamford Bridge, el Barcelona tampoco estuvo a la altura. Cayó por 1-0 después de mostrarse incapaz de cara a la meta rival, un error similar al que cometió en el Santiago Bernabéu (2-0) frente al Real Madrid. Frente al Chelsea, en el Camp Nou, cuando estaba a punto de certificar la victoria, el Barcelona encajó un gol en el descuento.

Obligados a ganar

Con cinco puntos en cuatro partidos, el Barcelona ocupa la tercera plaza del grupo, justo por detrás del Werder Bremen, que suma siete, y por delante del Levski Sofia, aún sin puntuar. El Chelsea es líder destacado del grupo y tiene prácticamente asegurada la primera plaza gracias a sus diez puntos.

Así las cosas, el partido que Barcelona y Werder Bremen jugarán en el Camp Nou el próximo 5 de diciembre será decisivo para conocer al segundo del grupo A, salvo en un caso: si el Barca no gana en Sofia en la próxima jornada (22 de noviembre) y el Werder derrota en Bremen al Chelsea. En tal caso, el equipo de Frank Rijkaard quedaría eliminado, ya que le sería imposible alcanzar a Werder o Chelsea porque ambos sumarían diez puntos.

Sin embargo, el Bar§a depende de sí mismo para meterse en octavos: si gana sus dos partidos, matemáticamente estará clasificado. Si vence en Sofía y el Werder pierde o iguala ante el Chelsea, un empate en el Camp Nou, en la última jornada, sería suficiente, porque la diferencia de goles a nivel global le favorece.