Alex está feliz, muy feliz. Hace menos de un año estaba jugando con la UP Plasencia en Preferente --equipo con el que logró el ascenso a Tercera División-- y ahora se ha hecho un hueco en el Cacereño, donde con apenas 18 años espera contribuir con su juego, y pronto con sus goles, a que el equipo se mantenga en Segunda B.

Raúl Polo, su entrenador en el equipo juvenil en el Cacereño, le hecha de menos --"para nosotros cualquier ayuda es poca"--, pero se alegra del éxito del joven que inició la temporada a sus órdenes. La llegada de José Luis Montes al banquillo verde y la escasez de delanteros (solo está Mauri a causa de la lesión de Rai) han posibilitado que poco a poco se haya hecho un hueco en el equipo.

Desde que debutó el 28 de noviembre ante el Cerro de Reyes ha participado en todos los partidos del Cacereño (cinco), aumentando su presencia progresivamente hasta llegar a disputar el encuentro entero el pasado domingo ante el Leganés. "Los diez primeros minutos me costó, por los nervios y lo pesado que estaba el campo, pero después me sentí cómodo", dice. Se sintió tan cómodo que fue uno de los jugadores más destacados en el equipo verde.

"Jugar con los futbolistas del Cacereño es muy fácil, porque todos ayudan mucho", explica el joven jugador placentino, que vive en Cáceres en un piso del club junto a otros tres futbolistas del juvenil: el portero Fran, el defensa Alejandro Martín (Mula ) y Jesús Romero, que también entrena a las órdenes de Montes y que disputó algunos minutos ante el Coruxo.

"Mauri me dijo que fuera natural, que lo hiciera como sabía y que no me pusiera nervioso", cuenta Alex, que ha aparcado su otra pasión, los caballos, pues antes de recibir la llamada del equipo juvenil del Cacereño tenía planificado iniciar un modulo de veterinaria en Navalmoral de la Mata.

Cuesta definir

Su juventud no le impide ver cuál es el principal problema que está teniendo el equipo. "Nos está costando mucho definir, porque creo que tenemos un buen equipo, con gente muy luchadora". Y tampoco tirar de los tópicos del fútbol: "Tenemos que hacernos fuertes en casa y no dejar que se nos vayan los puntos". El próximo rival es el Guadalajara, donde el equipo no estará solo, pues un autobús cargado de aficionados acompañará al equipo.

Pero el Guadalajara no preocupa ahora a Alex. Hoy toca entrenar, en doble sesión, y el viernes "ya estudiaremos al rival". Ahora, en Cáceres está feliz --"lo peor es lo de limpiar el piso, porque la comida sigue siendo cosa de mi madre", cuenta entre risas-- y espera seguir así y alcanzar, por qué no, algún día a su referente, a su ídolo, el barcelonista David Villa.