Momento perfecto para hacer balance de la temporada del Nissan Al-Qazeres Extremadura con su presidente, Alfonso Sánchez (Cáceres, 7-8-1988). Y, a renglón seguido, mirar hacia el futuro. Al respecto, todo pivota sobre una decisión que se tomará el próximo viernes, asegura: la renovación o no del entrenador, Jacinto Carbajal.

-¿Qué sensación le queda apenas unas horas después de terminar la temporada?

-Al final se nos ha hecho un poquito larga al quedarnos sin objetivos las últimas semanas. Nos quedamos cerca de estar en la Copa de la Reina y está bien que haya sido así, aunque también fuese triste no lograrlo. Con los ‘playoffs’ ha pasado casi lo mismo. De todos los partidos apretados que hemos tenido, que han sido seis o siete, solo hemos ganado uno. Me quedo con el inicio por el baloncesto que hicimos, con unas jugadoras con muchos puntos y muy alegres en la pista.

-¿Pero la expectativa no llegó al ser mucho mejor cuando en la plantilla estaban dos de las mejores americanas de la liga y una subcampeona olímpica como Laura Quevedo?

-Hemos sido ‘quijotes’. No hemos sabido disfrutar lo que hemos tenido en el momento, con jugadoras que a lo mejor no volvemos a tener. Shayla Cooper y Alexis Jones dominaban. Le dimos bombo, pero en negativo.

-Ahora quizás se puede contar la verdad. ¿Qué pasó con Alexis Jones y sobre todo con Shayla Cooper para que se marchasen?

-Lo de Alexis fue una cuestión económica y se fue porque en otro sitio le pagaban mucho más. Con Shayla hubo pequeñas acciones que por sí mismas no son graves. No había manera de controlarla porque hacía lo que quería. Las multas le daban igual. Dijimos: «Vamos a descansar de ella». Iba siempre a su rollo.

-¿No se emitió un mensaje de conformismo cuando no llegó ninguna jugadora por ella?

-En el mercado no salía nada acorde al dinero que teníamos ni a la calidad que necesitábamos. Intentamos traer a Leia Dongue, pero acabó en Gernika, un proyecto distinto al nuestro. También a Maimouna Diarra, que no ha estado muy fina en Zamora. El resto, como Vanesa Gidden, o era imposible o eran jugadoras menos determinantes que las que teníamos, como Miriam Forasté. Apostamos por el crecimiento del resto del equipo.

-Al margen de los resultados, repitiendo el noveno puesto de la pasada temporada, ¿cree que la imagen ha sido buena?

-Sí, pero también es verdad que a ciertos ratos. Hemos sido un equipo muy inconsistente. El del año pasado era más contante, con menos calidad, pero que bregaba más. Hemos tenido partidazos, en los que metíamos 80 puntos fácilmente, y otros en los que no ha sido así.

-Ya se piensa en el proyecto de la próxima temporada, ¿no?

-Primero debemos tener una junta directiva el próximo viernes. La primera decisión va a ser la del entrenador: cómo encaja y demás. El primero en saberlo va a ser él, tanto para bien como para mal, y en base a eso articularemos el proyecto.

-¿Será Jacinto Carbajal el entrenador por séptima temporada seguida? ¿De qué va a depender?

-Tenemos que hablar muchas cosas con él. El club no es solo el primer equipo y sus resultados. Hay muchas niñas que vienen por abajo. Las jugadoras de casa como Silvia Romero, María Romero y Elena Corrales no han tenido el crecimiento que esperábamos. Con Silvia sí que ha habido una consolidación en un rol que puede hacer perfectamente. Queremos que todas den un paso adelante. No me vale que me mimes solo a la americana porque mete 20 puntos, sino también a la de aquí que viene a entrenar, que no es profesional de esto, pero a la que hay que darle ‘caramelos’. Cada año hay que intentar meter a una extremeña más en la dinámica. Es muy importante el papel del entrenador en ese punto y que crea en eso.

-¿Le parece normal que no se haya hablado con él todavía en ningún sentido?

-Con Jacinto hablé el pasado viernes por la mañana de forma distendida más de media hora. Nunca hemos tratado nada sobre su continuidad antes de que termine la temporada en los años anteriores. Siempre es después de la valoración de la junta directiva.

-¿Cuál es la idea del club respecto a la plantilla? ¿Mantener el bloque?

-Tenemos claro que sigan las extremeñas. No solo hay que valorar la calidad, sino el trabajo diario y la identidad que le dan al club. Pocos en la Liga Dia tienen tantas chicas de la casa. Silvia hasta hace tres años estaba en Primera Nacional y ahora, cuando sale, le da otro carácter al equipo sin pensar en sus números. Respecto al resto de jugadoras, es muy pronto. La temporada pasada nos quisimos quedar con muchas y no se pudo renovar a casi ninguna. Pero el trabajo deportivo-económico no lo estamos haciendo tan mal cuando jugadoras nuestras se las llevan equipos con más dinero.

-¿Del resto hay alguna prioridad? ¿Joy Brown Adams?

-Haremos el esfuerzo de intentar retenerla, pero una cosa es lo que quiera el club y otra lo que quieran la jugadora y el agente.

-En lo que resulta difícil poner un ‘pero’ es con el filial de Primera Nacional: campeonas de su grupo e invictas…

-El único ‘pero’ es que parece que no existen a nivel mediático. Quizás no lo estamos nosotros vendiendo bien. Tenemos un equipo en la tercera máxima división, campeonas de su Copa y primeras de la liga regular, con Silvia Romero como jugadora más valiosa. No sé si estamos pecando de humildes. ¿El objetivo es subir a Liga Femenina 2? No. Es que las chicas crezcan.