Algo se mueve en el Cáceres, aunque sea poco. Un dato avala la tesis: el previsible entrenador, Ñete Bohigas, y el director deportivo, Felipe Fernández, ya manejan una amplia lista de jugadores para confeccionar la futura plantilla. De todas formas, sigue sin aclararse el futuro en lo esencial: continúa sin haber presidente y el que continúa tomando las decisiones es el gerente, Julio Espino, que a su vez afirma que "tendremos presidente".

"Yo creo que sí vamos a salir". Lo dice el propio gerente ante los insistentes análisis en negativo que se están realizando en distintos círculos. "Si todo sale bien, a lo mejor tenemos un proyecto que no sólo nos aseguraría la continuidad para la próxima temporada, sino para varios años más".

Espino no especifica en qué consiste esa fórmula que, teóricamente, puede ser decisiva en el futuro del baloncesto de élite en Cáceres. Sí afirma que las bases estarán puestas "si nos sale alguna de las gestiones que estamos haciendo y que nos haría que fuéramos autosuficientes", asegura el gerente.

Al menos, el hecho de que Bohigas esté trabajando de cara al futuro --aparte de con la selección nacional cadete-- parece un indicio en positivo. Espino afirma que habla "todos los días" con el entrenador, "pero ahora mismo no nos podemos meter en firmar nada".

Realismo

"Vamos a hacer un proyecto realista, que podamos pagar y cumplir con todo el mundo", añade, para informar después que la próxima semana viajará a Madrid para explicar en la federación que el club funciona bien. "Esta leyenda negra que nos persigue vamos a intentar quitarla y lo vamos a explicar. Este club no debe ni un duro a nadie", detalla.

Espino confirma que los ajustes llegarán a muchas parcelas para amoldar el club a los nuevos tiempos. De hecho, ya lo está llevando a cabo, habiendo comunicado verbalmente en los últimos días el despido del enfermero deportivo y el delegado y utillero, una decisión que deja a la entidad con sólo tres contratados: el propio gerente y dos admnistrativas. "Ha sido una decisión empresarial; esto ya no es la ACB", asegura, para decir después que ambos, históricos en su vinculación prolongada en el club, pueden volver cuando se inicie la pretemporada.

El principal problema que se plantea actualmente es el pago, precisamente. Durante la recién finalizada temporada los problemas de liquidez han sido una constante y jugadores y técnicos han acumulado hasta cuatro meses sin percibir sus nóminas, algo que se intentará evitar a toda costa para el próximo ejercicio.

Durante los próximos días, continuarán las gestiones, que tienen también como protagonista al presidente de la Fundación Cáceres, Teodoro Casado, quien estos días se encuentra en Madrid pasando distintas revisiones médicas. En Casado se confía por sus relaciones con las instituciones, principalmente con el ayuntamiento, que puede ser el máximo aval, de nuevo, para el futuro proyecto del baloncesto en Cáceres, junto a la aportación de diputación y junta.

Casado también está intentando que llegue otra vía de financiación a través de Caja de Extremadura, con la tesis principal de que en la temporada que acaba de finalizar la entidad ha apoyado con una sustanciosa cantidad al Plasencia, el club hermano de la LEB.