Dos pilotos y un solo volante, el mejor volante de la parrilla, el de Red Bull. Dos pilotos, Jaime Alguersuari y Sébastien Buemi, que miden su talento en Toro Rosso, en el equipo filial, en el penúltimo escalón del programa Red Bull que Sebastian Vettel completó con el título mundial. Así que no son buenas noticias para el catalán finalizar 16º el día que su compañero acaba noveno y puntúa. Salían juntos (16º y 17º), pero con estrategia diferente.

"No sé por qué un coche degradó tanto y otro tan poco", dijo en caliente al bajarse del monoplaza. Alguersuari fue el único en partir con ruedas duras.

"El coche se comportó muy bien y estuve rápido y muy atento hasta la tercera, que debía ser la última parada. El juego de goma blanda que me reservé, que utilicé en el primer cambio, funcionó de maravilla, y rodé entre los más rápidos durante bastantes vueltas. A seis del final estaba 11º, pero el último juego de ruedas se esfumó, se deterioró tanto que perdía cuatro segundos por giro", recalcó.