De no mediar la enorme ventaja de Sebastian Vettel en el clasificación, este Mundial sería tan maravilloso o más que el del año pasado. De no ser porque el alemán se anotó su novena pole en 12 carreras (12 de 12 para Red Bull), la clasificación del GP de Bélgica (14.00 horas, La Sexta) giraría en torno a la pelea (con choque incluido) que enfrentó a dos rookies , Pastor Maldonado y Sergio Pérez, con los dos mejores pilotos del momento, los consagrados Lewis Hamilton y Fernando Alonso. Esa lucha privó al inglés de la pole , retrasó al asturiano a la octava plaza y propició una sanción de cinco puestos para el venezolano.

Si no fuera porque Vettel es el hombre de moda, hoy se hablaría solo del extraordinario sexto puesto de Jaime Alguersuari o del séptimo de Bruno Senna, el sobrinísimo, en su debut con Renault, la forma más brillante de ver asociado de nuevo ese apellido a un Lotus negro con motor Renault y un casco amarillo. Los dos se imaginan hoy con un puesto de honor en un trazado mítico, como sueñan Hamilton y Alonso con un abandono de Vettel.

La lluvia siempre genera agitación en la F-1, casi un terremoto cuando se produce en Spa, con más de siete kilómetros, con subidas y bajadas de auténtico puerto de montaña. Y apareció de forma intermitente. Las condiciones aumentaron el estrés y avivaron a los rookies contra los líderes. "Iba demasiado lento y yo necesitaba encontrar el hueco para acabar mi última vuelta con un buen tiempo", dijo Hamilton para explicar su arriesgado interior sobre Maldonado en la última chicane de la última vuelta de la Q-2. Hamilton se clasificó para la Q-3, pero Maldonado, obligado a irse al exterior, se quedó fuera. Tras cruzar la meta, ya en la vuelta de regreso, el venezolano se fue hacia el exterior tras el ángulo de Les Sources e impactó contra el coche del campeón británico. "Es muy grave, podía haber acabado en un accidente y, encima, sin ser una vuelta cronometrada", se quejó el inglés, que no hizo nada por apartarse, más bien lo contrario.

POLEMICO PEREZ Tampoco Pérez respetó mucho a Alonso. "La causa de que esté octavo se llama Sergio Pérez. Me ha obstaculizado durante tres vueltas, incluso se ha salido, ha generado una bandera amarilla y, encima, ha regresado a pista sin dejarme pasar, frenándome aún más. De no ser por él, habría acabado cuarto o tercero", se quejó el asturiano. "Yo solo estaba intentado buscar un buen tiempo, cada vuelta la pista mejoraba y no podía perder tiempo dejándole pasar", rebatió el mexicano.

Libre de esas luchas, Jaime Alguersuari atrapó una extraordinaria sexta plaza. Lució la madurez necesaria para aprovechar hasta el último momento una pista que se iba secando, sabiendo que si daba una vuelta más lograría un gran puesto. "Ha sido mi mejor actuación y tengo que estar contento. El equipo ha mejorado mucho el alerón móvil y se ha notado", dijo el piloto más joven de la parrilla. "¿Ganar? ¿Subirme al podio? No creo, pero sería hermosísimo", recalcó.