Inició el Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura la ronda de presentaciones de sus jugadoras 2020-21 con una canaria, la escolta Ana Hernández (23 años, 1,78), y una griega, la pívot Mariella Fasoula (22 años, 1,95). Ambas mostraron un imparable ‘buen rollo’ en un acto en el que una le hizo de intérprete a la otra entre bromas. El perfecto inglés de Hernández, que ha pasado los últimos años jugando y estudiando en Estados Unidos, ayudó para que Fassoula pudiese expresar su entusiasmo por llegar a Cáceres. Es un denominador común entre ambas.

«Es una magnífica oportunidad que he recibido. Me gustó mucho lo que me contaron desde el club. Salir de la universidad e ir a la Liga_Femenina es estupendo para mí. Quiero trabajar para quedarme todo lo que pueda en esta competición», dijo la jugadora grancanaria. En este tiempo en Hofstra (Nueva York) asegura haber seguido de cerca la LF, «una liga muy física, en la que hay que ser muy fuerte, pelear mucho».

Está tipificada como una tiradora. «Antes de irme a Estados Unidos ya lo era bastante y es algo que perfeccioné allí. Me gusta salir de bloqueos y lanzar, jugar en transición... También puedo asistir a mis compañeras en todo lo que pueda», añadió.

Ya conocía Cáceres de una ocasión en la que jugó un campeonato de España de categorías inferiores. Esta vez la ha recorrido más detenidamente con su hermano, que la ha acompañado en los primeros días. «Me he sentido como en casa», zanjó.

Sobre el repentino cambio de entrenador antes de iniciar la pretemporada, lo definió como «cosas que pasan en el baloncesto» y aclaró que no llegó a tener relación con Ricardo Vasconcelos. «Con Jacinto (Carbajal) creo que puedo encajar. Va a ser un equipo que lucha que trabaja para las otras», sentenció.

LA HIJA DEL MITO /_Por su parte, Fasoula también habló de que es una «gran ocasión» para ella. Como Hernández, llega desde la_NCAA_norteamericana a la búsqueda de su primera experiencia profesional. «La liga española es muy fuerte. Me gustan las ideas del club y del entrenador y las compañeras con las que trabajo», apuntó. Se describió como una interior «con una presencia fuerte en la zona. Me gusta jugar de espaldas al aro y también tirar de media distancia. Trabajo bien en defensa y poniendo bloqueos para mis compañeras». Se mostró «encantada» de jugar en Cáceres «delante de mucha gente a la que le gusta el baloncesto».

Además, se mostró optimista en que los problemas con el rebote que hubo la pasada temporada se solucionen. «Es un aspecto muy importante, aunque no lo parezca. Creo que somos un equipo con mucha gente alta. Las aleros nos pueden ayudar mucho en este aspecto», declaró.

Por lo que aseguró, lleva con naturalidad que su padre, Panayiotis Fasoulas, sea un mito del baloncesto griego, campeón del Eurobasket de 1987 junto a Nikos Galis y Panayiotis Yannakis; «Le adoro y es fascinante tenerle como padre. Claro que es una leyenda, pero siempre me ha dejado libre para desarrollar mi carrera y nunca me presionó para jugar al baloncesto. Eso sí:_me da muchos consejos».

Fasoula tendrá alguien con quien hablar en su idioma en el vestuario, la escolta Eleanna Christinaki. «Es estupendo estar con ella aquí. Llevamos coincidiendo en las selecciones de categorías inferiores desde el año 2012 y es una jugadora increíble».

Tanto Ana Hernández como Mariella Fasoula tendrán que esperar para debutar aunque sea de forma oficiosa. Uno de los amistosos programados ante Zamora se ha aplazado y el que estaba previsto Perfumerías Avenida se ha cancelado por falta de entendimiento en el protocolo a seguir respecto a los tests de covid-19 que debían pasar las jugadoras. Ahora se está intentando cerrar un encuentro ante el Movister Estudiantes el domingo. Y es que, como señaló la canaria, «hay que adaptarse».