El mundo del deporte contiene el aliento por el alemán Michael Schumacher, el piloto más grande de la Fórmula 1, que se debate entre la vida y la muerte en el hospital Universitario de Grenoble (Francia), donde permanece ingresado en estado crítico desde que este domingo sufrió un accidente de esquí en los Alpes franceses.

En Alemania, la canciller Angela Merkel expresó su "profunda conmoción" por lo ocurrido al expiloto, retirado el año pasado de los circuitos tras un regreso de tres años después de su primera retirada.

"La canciller y los miembros de su Gobierno están tan profundamente conmovidos por el accidente de Schumacher como tantos millones de alemanes", apuntó el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, expresando así el sentir generalizado en el país natal del expiloto.

Desde Kerpen, localidad cercana a Colonia, fuentes del Ayuntamiento reportaban los innumerables mensajes de aliento llegados de todas partes del mundo a esa ciudad de 65.000 habitantes donde nació Schumacher el 3 de enero de 1969.

El actual campeón del mundo de Fórmula 1, Sebastian Vettel, considerado en Alemania el sucesor de "Schumi", afirmaba asimismo estar "en estado de schock" por el accidente del Káiser del automovilismo alemán.

Los mensajes de apoyo y consternación se extendieron en las cuentas de twitter del internacional alemán Lukas Podolski, el extenista Boris Becker y la última escudería por la que Schumacher corrió como piloto de Fórmula Uno, Mercedes.

AL LIMITE Schumacher permanece en "situación crítica" y su vida corre peligro, según dijeron por la mañana los responsables del hospital de Grenoble donde fue intervenido tras el accidente.

"Está en una situación crítica. Se puede decir que su pronóstico vital está en entredicho. Su estado es muy grave", declaró el doctor Jean-François Payen, jefe del servicio de reanimación del hospital universitario (CHU) de la ciudad francesa donde permanece ingresado el exdeportista.

El neurocirujano Stefan Chabardes contó que el siete veces campeón de Fórmula Uno fue objeto de una neurocirugía nada más llegar al CHU ayer a primera hora de la tarde, porque un escáner mostró que sufría un traumatismo craneal que le había causado hematomas intracraneales y un edema cerebral difuso. Payen también precisó que ahora el objetivo es "limitar la elevación de la presión intracraneal" y dijo que se le ha puesto en situación de hipotermia, entre 34 y 37 grados.

El jefe de reanimación constató que, pese a que Schumacher llevaba casco cuando se dio un golpe con la cabeza a gran velocidad contra una roca mientras esquiaba junto a su hijo fuera de las pistas de la estación de Meribel, al hospital "llegó con lesiones muy importantes".

La familia del expiloto agradeció ayer los innumerables mensajes de apoyo recibidos y pidió respeto a su privacidad. Sólo los familiares directos del piloto tienen acceso a las dependencias de la clínica. Su esposa, Corinna, así como sus hijos Gina María, de 16 años, y Mick, de 14, siguen de cerca la evolución de Michael Schumacher.

Las posibilidades estadísticas de una muerte precoz tras sufrir un traumatismo craneal severo como el del alemán Michael Schumacher son de entre el 40 y el 45 por ciento, según el jefe del servicio de anestesia.