Por la puerta grande de la plaza de toros de Almendralejo entraron ayer los 1.427 participantes de la XXVII convivencia final de los Juegos Extremeños del Deporte Especial, Jedes, que durante los próximos días disputarán las finales de la diferentes modalidades deportivas. Desde el centro Los Baldíos de Alburquerque hasta Aprosuba 2 de Almendralejo, que como anfitriones entraron los últimos, desfilaron por el coso de la Piedad medio centenar de asociaciones o colectivos que trabajan que trabajan con estos deportistas que durante estos días demostrarán su afán de sacrificio y superación, además de su grandeza.

La grada de la plaza de toros estaba abarrotada de público y de autoridades: el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, el anterior mandatario regional, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, los consejeros de Sanidad y Juventud y Deporte, la presidentes de las dos diputaciones, el de la asamblea y la corporación de Almendralejo, encabezada por su alcalde, José María Ramírez Morán.

Fernández Vara, que comenzó su alocución recordando a los que no podían estar presentes en esta convivencia final y "a los que nos han dejado en el último año, señaló que si alguien le preguntara a Ibarra o a él con qué se quedan de los últimos 28 años, ambos elegirían los Jedes.

También habló el regidor almendralejense, que lo hizo después de que Ulises Carrera, un deportista del club El Almendro de Aprosuba 2, diera la bienvenida a todos. Ramírez Morán habló del espíritu de los juegos, recordó que todos serán ganadores y agradeció a la población de Almendralejo la manera como se ha volcado con esta convivencia.

El acto se cerró con la entrada del fuego de los juegos, que primero fue portado por Antonio Gil para dar el relevo a Cecilia Valdés, que fue la encargada de prender la llama que arderá hasta el Cross de la Amistad, la prueba no competitiva con la que se cierran todas las convivencias finales de los Jedes. El mago Emilio y el grupo El último tren amenizaron el acto.