El alemán Michael Schumacher lideró un nuevo doblete de Ferrari y ganó el Gran Premio de Alemania de Fórmula Uno, con lo que ha acortado a once la diferencia que le lleva en el Mundial el español Fernando Alonso (Renault), que concluyó quinto en el circuito de Hockenheim.

Schumacher ganó con claridad su Gran Premio local por delante de su compañero brasileño Felipe Massa y del finlandés Kimi Raikkonen, de McLaren Mercedes, escudería para la que conduce el otro piloto español, Pedro de la Rosa, que abandonó en la tercera vuelta.

Alonso era quinto en la pole , por detrás de Raikkonen, Schumacher, Massa, Button, Barrichello y Fisichella. Salir a la contra y luchar por el podio. Esa era la intención de Alonso -después de haber igualado el sábado su peor resultado en una calificación, la de Malasia-, en una pista en la que el año pasado asestó el golpe definitivo al campeonato.

NEUMATICOSPero en esta ocasión los Ferrari y sus neumáticos Bridgestone fueron muy superiores al R26 y a los Michelin del líder, que también se vio superado al final por Button. Alonso lidera ahora el Mundial con once puntos sobre Schumacher, que firmó la quinta victoria de la temporada, la tercera consecutiva, y se sitúa a un triunfo de la media docena que lleva el asturiano.

Alonso salió bien y recuperó dos puestos, aunque en la horquilla Button le devolvió el adelantamiento y el asturiano cruzó por el primer paso de meta en sexta posición, por detrás de Fisico . De la Rosa también ganó dos puestos en la primera vuelta, pero, en su segunda carrera del año -tras reemplazar al colombiano Juan Pablo Montoya- sólo pudo dar dos más y abandonó debido a un fallo eléctrico.

Raikkonen paró en la vuelta diez y el germano tomó el liderato real , beneficiándose de que al finlandés se le enganchó la rueda trasera derecha y tardó quince segundos en su parada.

Los dos Ferrari se encaminaban hacia un nuevo doblete y en la vuelta 29 el hombre-récord de la Fórmula Uno lideraba con 1.6 sobre Massa, 27 respecto a Button, que era tercero y 44 sobre el líder del Mundial, que en ese momento era sexto.

Alonso se tuvo que conformar con la quinta plaza y si el sábado se le aguó relativamente su vigésimo quinto cumpleaños, al igualar la peor calificación del año, hoy hizo lo propio en carrera, al empatar el quinto de Indianápolis, hasta ahora su peor puesto del Mundial 2006.

A algunos les parecerá un botín exiguo, pero Fernando Alonso ha acostumbrado mal a su afición. Seis triunfos, cuatro segundos puestos y dos quintos en doce carreras no los hubiera soñado ninguno de sus compatriotas hace tan sólo un par de años. Pero lo cierto es que el Mundial se complica y se pone más que emocionante, porque detrás, pisándole los talones, Alonso tiene al mejor de toda la historia, que pilota para el gigante de la Fórmula Uno, Ferrari, una escudería con más recursos -y aparentemente más sentido común- que la que dirige el italiano Flavio Briatore. Todo se juega en cinco carreras.