FERRARI parece el principal damnificado por el cambio en la construcción de neumáticos decidido por Pirelli, pero Alonso considera el asunto secundario cuando recuerda cómo se libró, en Silverstone, de los restos de la rueda que acababa de explotar en el McLaren de Sergio Pérez. "Me libré de milagro. Si me llega a impactar hubiera entrado por mi nariz y hubiera salido por detrás del casco".