El futuro de Fernando Alonso sigue siendo una incógnita, a pesar de que el piloto asturiano tiene aún dos años más de contrato con McLaren. Esa era la principal cuestión que se aborbaba ayer en el entorno del bicampeón, en un día de resaca en el que la escudería británica sí anunció que recurrirá que no se sancionara a los BMW y Williams para que Lewis Hamilton fuera campeón del mundo, en una decisión que se tomará en noviembre, en principio.

La tempestuosa temporada que ha vivido en el equipo británico, que le ha dado la espalda en beneficio de Lewis Hamilton, ha desatado todo tipo de rumores. Con las puertas de Ferrari cerradas por ahora (Massa renovó hasta el 2010), Renault y Toyota esperan la decisión del español y de Ron Dennis, patrón de McLaren, quien tiene la última palabra.

El máximo responsable de la escudería británica no dio ayer ninguna pista. "En dos semanas hablaremos del futuro de Alonso", se limitó a decir, consciente de que ahora tendrá que lidiar desde una postura mucho menos consistente de la que creía tener. A menos que la FIA, en el plazo de 10 días, decida dar la razón a McLaren, sancionar a BMW y Williams, y regalar el título a Hamilton. De ser así, todo cambiaría.

TRATO DE FAVOR Pero, de momento, Dennis es el gran derrotado de esta temporada en la que ha quedado al descubierto su trama para intentar hundir a Alonso en favor de su pupilo predilecto. "Estuve atado de pies y manos en la segunda parte de la temporada", dijo ayer Alonso en relación a las prestaciones de su coche en las última carreras. Desde Hungría, ha sufrido con un bólido que por presiones de neumáticos, tarado del diferencial, electrónica del cambio y otros detalles, nunca ha sido tan rápido como el de Hamilton.

En Interlagos, sin ir más lejos, la mejor vuelta de Alonso se quedó a nada menos que seis décimas de la de Hamilton. Es verdad que el español llevaba un motor usado y el inglés disfrutaba de uno nuevo, pero esa diferencia jamás podría existir entre los dos pilotos.

DESCONFIANZA El asturiano ya no disfruta del principal argumento para quedarse en McLaren y éste no es otro que la posibilidad de tener un coche ganador. Sabe que aunque el equipo consiga fabricar y evolucionar un coche competitivo y él trabaje como lo hizo este invierno para mejorarlo "seis décimas", según sus propias palabras, el equipo se encargará de que él no lo pueda disfrutar, pero sí Hamilton. A pesar del batacazo que se ha dado Dennis, es difícil pensar que un tipo tan orgulloso dé su brazo a torcer.

Es más fácil pensar en la marcha del asturiano. "Si me voy de McLaren, no puedo decir que vaya a Renault o que sea la primera opción. Ahora mismo diría que no", dijo ayer Alonso.