En otras condiciones, el mejor tiempo de Fernando Alonso en los libres de ayer hubiera disparado la excitación entre el público de una carrera en España. En una situación distinta, con el español cerca del liderato, con un campeonato más abierto, sería el momento de las cábalas, de los nervios en el Gran Premio de Europa. Pero, no, la sensación es más de resignación, hasta de cierto cabreo en el circuito urbano de Valencia. "Los Red Bull han conseguido todas las poles", recordó el asturiano. "También fuimos más rápidos el viernes en Mónaco y luego nos metieron un segundo en la crono".

Buscan desesperadamente que Sebastian Vettel no amplíe aún más su ventaja en el Mundial, antes de que la regulación del difusor soplado, a partir del próximo Gran Premio de Gran Bretaña, pueda frenar el potencial de los Red Bull. Ferrari y McLaren intentan sumar en Valencia más puntos que el líder. Pero los pilotos piensan otra cosa: "Todos los equipos perderemos unas décimas y todo seguirá más o menos igual", dice Alonso.

LOS ERRORES DE FERRARI No hay demasiados secretos para Alonso en la ventaja de Red Bull. No hay a su juicio grandes innovaciones o soluciones mágicas. Simplemente, Ferrari se quedó atrás por un error de calibración del túnel del viento que tiró a la basura el trabajo de muchas semanas. "Ese retraso nos ha lastrado, y ahora es frustrante tener que acortar esa diferencia", dice. Y claro, la robustez del Red Bull, la infalibilidad de Vettel, la ausencia de lucha intestina con Mark Webber, esos tres factores que, el año pasado le restaron tantos puntos, ya no existen. Y eso ha apagado el brillo de la emoción del 2010, cuando cuatro pilotos llegaron a la última carrera con posibilidades.

Y por ahí se ha entendido la decisión de la FIA de limitar el soplado de los escapes hacia el difusor, el arma que muchos creen que da ventaja a los Red Bull. "He oído que se trata de una decisión política, pero no es así, es una decisión técnica nada más", se defiende Charly Whiting, el delegado técnico de la FIA. "No ha habido reclamación de ningún equipo, solo uno nos dijo: mirad esto", añade.

Se trata de Williams, apoyado por el resto de los equipos que montan el motor Cosworth, en especial Hispania. "El problema es que el uso de los difusores soplados podía dejarles fuera de la parrilla por la regla del 107%", aclaró Whiting. "Por eso comparamos las centralitas del 2009, cuando no se utilizaba este sistema, con las de este año y nos dimos cuenta de que había algo extraño. Después de investigarlo a fondo, nos dimos cuenta la cantidad de flujo que los escapes enviaban al difusor y eso está prohibido por el reglamento", insistió el jefe de la parrilla. "Cuando llegamos a esta conclusión, propusimos reducir el flujo de gases al 10% cuando el motor no está acelerado ya desde Barcelona, pero lo equipos nos pidieron un tiempo para adaptarse".

El delegado de la FIA cree que nadie puede saber "a quien perjudica más o menos", y cifró en una pérdida general de medio segundo por coche y vuelta. "Nosotros perderemos cinco segundos", bromeó Vettel sobre la regulación del difusor. "No, en serio. No estamos preocupados. Le afectará a todos, en unos circuitos más que en otros, no creo que perjudique a Red Bull". También Alonso opina lo mismo. Todos probaron durante la primera manga de entrenamientos libres soluciones para adaptarse la norma. Y, es posible, solo posible, que Red Bull se adelante a todos en la solución de una regla creada contra ellos. Como casi siempre, por supuesto.