"Todo se ha torcido en las primeras vueltas. Hoy no era nuestro día, estaba clarísimo y lo digo para aquellos que, a veces, dicen que hemos tenido suerte". Fernando Alonso (Ferrari) ha sido octavo en la carrera de Baréin y solo ha podido sumar cuatro puntos, lo que le aleja del tricampeón alemán Sebastian Vettel (Red Bull), ganador ya de dos carreras (Malasia y Baréin), 30 puntos, algo más de un gran premio.

"Espero que la mala suerte que he sufrido yo la sufran ellos algún día, especialmente Red Bull y Lotus, que parecen los menos fiables, pero el domingo, ya que ellos, si fallan, suelen fallar los viernes o sábados", ha añadido el bicampeón asturiano. Alonso ha recordado que el Mundial de F-1 no ha hecho más que empezar, pues solo se han disputado cuatro grandes premios y él ha ganado uno de ellos, el de China, demostrando, en efecto, que este año sí posee un coche con el que poder pelear por el podio en cada carrera.

El piloto asturiano sigue confiando en la fiabilidad del Ferrari. "Solo puedo decir, aunque aún no lo sabemos, que ha sido mala suerte y punto. Nada más. Encima, hemos tenido que hacer una parada más que nuestros adversarios y eso nos ha roto cualquier posibilidad de remontar. Al no funcionar el DRS y el alerón trasero, he tenido que inventarme sitios inverosímiles para adelantar. La verdad es que ha sido una carrera bastante estresante pues, a menudo, tenía la tentación de apretar el botón del DRS, pero no podía", ha explicado.