No había ninguna razón para pensar que el dominio de Red Bull iba a extinguirse de repente, en el Gran Premio de Abu Dabi, a tres carreras del final del Mundial de F-1, con los dos títulos logrados, ni siquiera sabiendo que están probando piezas para el coche del año que viene. "Casi hemos probado la mitad", según palabras del dueño del equipo, Dieter Matsnichtz.

Las prueban en la primera sesión, y así dejan que se luzcan pilotos como Romain Grosjean, con el mejor crono, por delante de Lewis Hamilton. Y cuando ponen las piezas y los reglajes correctos para la carrera en la segunda manda, imponen su disciplina habitual, con Sebastian Vettel en cabeza por delante de su compañero Mark Webber.

Solo octavo

Y casi más que el tiempo a una vuelta, todavía es más contundente sus diferencias en ritmo de carrera, en tandas medias y largas con los dos compuestos de neumáticos. Lo divertido, lo interesante está por detrás, en la doble lucha que Fernando Alonso mantiene, por un lado, para mantener el segundo puesto en el Mundial de pilotos frente a Kimi Raikkonen, al que aventaja en 24 puntos, y por otro lado, en su objetivo de dar a Ferrari, junto con su compañero Felipe Massa, el segundo lugar en el Mundial de constructores a la escudería de Maranello frente a Mercedes, que los aventaja en 14 puntos.

Y no, no hay nada claro en este punto porque el asturiano solo ha podido ser octavo este viernes en la segunda y definitiva manga --donde se realiza una simulación de gran premio-- por detrás de los dos Red Bull, de Lewis Hamilton, de Raikkonen, de Nico Rosberg e incluso de los dos McLaren de Jenson Button y Checo Pérez. De momento, los dos Mercedes y Raikkonen con su Lotus han hecho mejor las cosas que Ferrari, que evidencia un enorme problema de tracción en este trazado de Yas Marina.