A Fernando Alonso se le pueden solucionar dos problemas de golpe cara a la próxima temporada. Por un lado, el menos importante, puede librarse del peligroso Ralf Schumacher, al que Toyota está dispuesta a finiquitar tras el Gran Premio de Brasil. Y por otro, puede ver aclarado su futuro. Según el diario británico Daily Mail, Felipe Massa empezó a negociar en el circuito de Spa su partida a la escudería japonesa para ocupar el asiento del pequeño de los Schumacher, lo que dejaría un volante libre en Ferrari que podría ser para el piloto asturiano.

El juego de dominó, aparentemente simple, incluye sin embargo algunas fichas más. El representante de Massa es Nicholas Todt, hijo de Jean Todt, el jefe de Maranello. El piloto brasileño sabe que, de confirmarse la marcha de papá Todt para permitir el regreso tras un año sabático de Ross Brawn, su posición en Ferrari quedaría muy debilitada. A su vez, ese relevo en la dirección de la scuderia sería una condición indispensable para la llegada de Alonso, enemigo declarado de Todt.

MUCHOS CABOS SUELTOS El tabloide News of the World va aún más allá y asegura que Alonso y Ferrari ya han acordado un contrato de casi 27 millones de euros por año. Mientras el Daily Mail se pregunta si Ferrari estaría dispuesta a pagar por la libertad de Alonso, que sitúa en más de 14 millones de euros.

Siguiendo con el carrusel, Jenson Button --que en este dominó se quedaría sin sitio en McLaren, donde recalaría Nico Rosberg-- parece encajar en el perfil de segundo piloto que Ferrari tuvo durante los años de Schumacher (al estilo de Rubens Barrichelo, Eddie Irvine y el propio Massa) para acompañar a Raikkonen.