Tenía razón Fernando Alonso al pensar aún en la victoria a pesar de los errores del equipo que le relegaron al noveno puesto de la parrilla en el GP de Bélgica. El F-138 ha mejorado y mucho, y sobre una pista seca a pesar de los pronósticos de lluvia sobre Spa Francorchamps, el asturiano remontó hasta la segunda posición. Pero nunca pudo rebajar la distancia menos de ocho segundos sobre Sebastian Vettel, la misma distancia que había perdido en las cinco primeras vueltas empleadas en ganar cinco posiciones.

En cinco giros, Alonso ya estaba en el podio después de adelantar a Kimi Raikkonen, Romain Grosjean y Paul Di Resta en la arrancada, a Mark Webber en el primer paso por Eau Rouge, y a Button y Rosberg en Les Combes en cuanto pudo utilizar el DRS a partir del tercer giro.

La carrera se estabilizó entonces, y Alonso empleó 10 vueltas más para dar caza a Lewis Hamilton y adelantarle en Les Sources. A partir de ahí, Vettel mantuvo siempre la distancia, en torno a los ocho segundos, con un ritmo de carrera muy similar al del Ferrari, mientras que el Mercedes de Hamilton nunca pudo inquietarles.

Alonso minimiza los daños de una mala calificación porque solo pierde siete puntos más con el líder del mundial, Vettel, pero coloca algo más de ventaja sobre Hamilton, y sobre todo, sobre Kimi Raikkonenen, hasta hoy segundo en el mundial ¿un puesto que recupera Alonso-- que tuvo que abandonar por problemas de frenos después de 27 carreras consecutivas puntuando ¿el récord absoluto de la F-1 estaba en poder de Michael Schumacher con 24-- . Pero la gran cifra del finlandes es que sin tener en cuenta su retirada de la F-1 en la temporada 2010 y 2011, sumaba 38 carreras sin abandonar, desde el GP de Alemania del 2009.