Red Bull, que hoy ha conquistado ya el título mundial de constructores, el más prestigioso y valioso de cuantos se disputan en el Mundial de F-1, ha vuelto a seguir sin dar órdenes de equipo y ha permitido que el joven alemán Sebastian Vettel, en una carrera impecable, dominada de principio a fin, ganase en Interlagos y le restase unos puntos valiosísimos para que el veterano australiano, Mark Webber, su mejor baza, pudiese acercarse o hasta superar al español Fernando Alonso (Ferrari), que ha terminado tercero y mantiene una cómoda ventaja en el Mundial de pilotos.

Alonso, que suma 246 puntos, ocho más que Webber, 11 más que Vettel y 24 más que Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes), que aún sigue en la lucha por el título, se proclamará campeón si gana en Abu Dabi o es segundo y, si el que triunfa es Vettel, algo muy probable si Christian Horner, jefe de Red Bull, no cambia de opinión, el bicampeón asturiano tendrá suficiente con ser quinto para conquistar su tercer título mundial.

DOS PARTES DIFERENCIADAS

La prueba de Brasil ha tenido dos partes muy diferentes. En la primera, tras la salida, los dos Red Bulls se han ido disparados hacia la meta, liderados por Vettel. Webber ha debido de conformarse con la segunda plaza nada más empezar la prueba.

Alonso, prodigioso en sus primeras 10 vueltas, ha superado a Hamilton, que salía delante de él, y, a continuación, a Nico Hulkenberg, que había logrado, el sábado, una sorprendente pole positon. Y, a partir de ahí, Alonso ha peleado por mantener el podio, cosa que ha conseguido pese a que, en la última parte, ha aparecido el coche de seguridad y ha acosado muchísimo a Webber, en busca de un error del australiano.