Barcelona cerró ayer, antes 15.000 aficionados, los últimos entrenamientos del Mundial de F-1, que se abrirá, dentro de quince días, en el caluroso trazado de Bahrein. Ese fin de semana, Ferrari partirá, sin duda, como claro favorito para recuperar el título que posee un equipo que ya no existe y un campeón que ha cambiado de escudería. Brawn GP se ha convertido en Mercedes y el británico Jenson Button se ha ido a McLaren para completar, junto a Lewis Hamilton, una pareja muy británica. Fernando Alonso y Felipe Massa han trabajado duro a lo largo de las últimas semanas en Valencia, Jerez y Barcelona para poner a punto el F10, que ha demostrado ser el mejor coche. El plateado MP4-25 de McLaren también parece entonado. No así el Mercedes de Michael Schumacher, que ha de crecer, y mucho, si quiere subirse al podio en Sakhir. Y, entre los favoritos, la incognita de la pretemporada ha sido el sólido y veloz Red Bul de Sebastian Vettel.

FERRARI: fiabilidad, ritmo de carrera y velocidad

No solo han cambiado al seco, frío y díscolo Kimi Raikkonen por el caluroso, latino y veloz Fernando Alonso. También han recuperado al mejor de los Felipe Massa posibles, que ayer, en Montmeló, trabajó duro para completar la puesta a punto de un F10 que, tal y como ha reconocido todo el equipo, empezando por el bicampeón asturiano, parece haber hecho todos los deberes y poseer, no solo una fiabilidad a prueba de grandes premios, sino lo más difícil de conseguir este año: ser veloz con los depósitos vacíos en las tandas de clasificación y serlo, también, en el inicio del gran premio, con más de 150 kilos de combustible.

Al igual que ocurrió con McLaren, la scuderia lanzó la toalla a mitad de la pasada temporada, es decir, en el mes de julio paró definitivamente la evolución del coche del 2009 y se puso a trabajar en el nuevo F10. Por eso parten con cierta ventaja, especialmente sobre Mercedes (exBrawn GP, líderes y dominadores de aquel campeonato) y Red Bull, única escudería que le plantó cara al equipo de Ross Brawn y, por tanto, tenía también vetada la posibilidad de renunciar a la pelea.

Alonso, que siempre se ha distinguido por ser más realista (¿pesimista? ¿negativo? ¿exigente?) que optimista o eufórico, concluyó su último entrenamiento el jueves elogiando el comportamiento de su coche y asegurando tenerlo todo, todo para intentar, desde la primera carrera, es decir, desde Bahrein, aspirar a la victoria. Parece que el truco de levantar ligeramente, no más de 3.5 grados, la inclinación del motor para que les cupiera un difusor más aparatoso les ha dado resultado y el coche ha ganado en adherencia.

McLAREN: Buena química entre Hamilton y Button

Parece, solo parece, que los tiempos del enfrentamiento sin tapujos, con luz y taquígrafos, entre Lewis Hamilton y Fernando Alonso han quedado olvidados y la nueva pareja de Ron Dennis, el jefe en la sombra de McLaren, integrada por dos británicos, Lewis Hamilton y Jenson Button, que aunque no lo parezca es el actual y flamante campeón del mundo, ha trabajado intensamente para poner a punto el nuevo MP4-25, un monoplaza surgido del coche del pasado año, que ya fue considerado "un buen coche, un muy buen coche", por parte del excompañero de Alonso. De ahí que los técnicos de Woking se hayan limitado a retocarlo y mejorarlo.

"La llegada de Jenson al equipo ha sido un auténtico impulso para McLaren y, seguro, que nos permitirá dar un paso al frente con respecto al año pasado", señaló Hamilton, la pasada semana, en Jerez. Button, por su parte, elogió la historia y el prestigio de la escudería inglesa recordando que "es imposible ser campeón sin tener un coche extraordinario como lo tuvieron Schumacher, Alonso o Lewis el año que fueron campeones". Es evidente que Button está harto de oír que es campeón gracias a Ross Brawn y a su revolucionario doble difusor del pasado año.

La pretemporada de McLaren ha sido buena, sí, pero no arrolladora ni llamativa como la de Ferrari. Es evidente que ni la han buscado, ni la quieren. Es cierto que, pese a las excelentes tandas cortas de ayer de Hamilton en Montmeló, todo parece indicar que habrá que esperar a los ensayos de Bahrein para saber si pueden competir con Ferrari en el ritmo de carrera. Button cree que hubiesen necesitado una semana más de test para conocer mejor su nuevo coche.

RED BULL: Vettel parte entre los favoritos

El multimillonario austriaco Dieter Mateschitz, uno de los empresarios que más dinero y con mayor inteligencia emplea en la F-1, podría cumplir esta temporada su sueño, que no es otro que derrotar a las tres grandes escuderías del Mundial: Ferrari, McLaren y la nueva Mercedes. El equipo de Milton Keynes, el único que inquietó a Brawn GP el pasado año, confía ciegamente (casi tanto como su amigo Jaime Alguersuari que ya lo ve "seguro" nuevo campeón del mundo) en Sebastian Vettel, un alemán de 22 años, al que todos los muchachos de su generación tiene como el piloto a imitar.

A la fortuna de Mateschitz y las manos de Vettel se añade, como no, el lápiz e inteligencia a la hora de diseñar y construir el monoplaza del mago Andrian Newey, el proyectista que quisieran todos los equipos punteros y que disfruta de plena libertad en un equipo que prefirió ahorrarse los primeros test de la temporada, en Cheste (Valencia), para seguir trabajando en su túnel de viento.

La falta de ensayos le impide saber a ciencia cierta si tiene o no el ritmo de carrera de los Ferrari y los McLaren. Es más, Vettel y Mark Webber, que disputará su último Mundial, han sufrido problemas de fiabilidad, nada que ver con el truco empleado por Newey, que ha levantado algo la caja de cambios para hacerle sitio a su nuevo doble difusor.

MERCEDES: ´Schumi´ cree que Brawn volverá a acertar

La historia del nuevo Mercedes arranca de la escuderia Brawn GP. Y su irregularidad inicial, aquella que le impide, de momento, presentar a Michael Schumacher como uno de los más claros favoritos al título es fruto de la euforia con la que Brawn vivió el 2009. El otro mago de la F-1, junto a Adrian Newey (Red Bull), construyó e inventó el doble difusor de su monoplaza con todo el dinero (mucho) de Honda. Luego, durante el 2009, empleó todo el dinero que tenía para mantener la ventaja en el Mundial y consolidarse, no solo como la revelación, sino para hacerse con el título, con lo que, contrariamente a Ferrari y McLaren, no pudo trabajar en el diseño y creación del coche de este año. La inyección de dinero procedente de Mercedes, a finales del 2009, le permitió dar un acelerón al monoplaza de Schumi y Rosberg al que, en los próximos meses, se le añadirán mejoras como, según cuentan, ese nuevo y mágico doble disufor que han decidido presentar en los primeros ensayos del viernes 12 de Bahrein.