Christophe Riblon (Ag2r) alcanzó la gloria con un triunfo en solitario en la cima de L'Alpe D'Huez, en una revolucionaria jornada en la que Chris Froome (Sky) pasó apuros y Alberto Contador conservó la segunda plaza por solo 21 segundos ante el colombiano Nairo Quintana, que ya es tercero.

Riblon se adelantó un minuto a Van Garderen y 1.26 al italiano Moreno Moser. Por detrás la carrera venia rota. Froome, en "crisis de glucosa" quedó descolgado del dúo Nairo Quintana-Purito Rodríguez y tanto el colombiano como el español se lanzaron a por los puestos del podio.

Quintana cruzó a 2.12 y Purito 3 segundos después, mientras que Froome lo hizo a 3.18. El británico, en su primer día de debilidad, aún se distanció 57 segundos de Contador, que se dejó en meta 4.15 minutos. El madrileño no estuvo entre los grandes en el día 'D' y salvó la segunda plaza por 21 segundos.

La decimoctava etapa entre Gap y L'Alpe D'Huez, de 172 kilómetros, fue paradójica respecto al líder, pues Froome demostró que es humano, que también coge pájaras . Pero en su peor día alejó un poco más a Contador, que le sigue a 5.11.

Además, el británico tuvo la suerte de los campeones, ya que su compañero Richie Porte le suministró un gel energético a 4 de meta, cuando ya se habían largado Quintana y Purito. Avituallamiento ilegal que le costó una penalización de 20 segundos, pero práctico para evitar males mayores.

El ascenso a L'Alpe D'Huez volvió a vivir la locura del ciclismo, el mayor estadio del mundo, con más de 500.000 personas apostadas en sus cunetas a través de sus 13,8 kilómetros de ascenso. Locura extra, pues la etapa incluía dos ascensos a tan mítico puerto. En el primero de ellos se seleccionó la escapada de 9 hombres que se lanzaron de inicio. Entre todos destacó el americano Van Garderen, quien coronó en solitario y abrió camino hasta la segunda y definitiva subida, la que llevaba a meta. Le faltaron fuerzas y le sobró juventud.