Los pronósticos se cumplieron y, bajo la intermitente lluvia, en el mismísimo corazón del Cáceres moderno, el llerenense Alvaro Martín se proclamó campeón de España absoluto de 20 kilómetros marcha en ruta, además de acumular su tercer título consecutivo en categoría promesa. A falta de la oficialidad, pone así los dos pies en sus segundos Juegos Olímpicos cuando aún no ha cumplido los 22 años. Apabullante su registro de 1:21:23 teniendo en cuenta las circunstancias climatológicas que se produjeron.

La ausencia del murciano Miguel Angel López, campeón del mundo y su gran referente en lo atlético y quizás también en lo personal, dejó el camino libre para Martín, que impuso un fuerte ritmo desde el principio en un circuito de un kilómetro que él mismo ayudó a diseñar, entre la avenida de Alemania y la calle Gil Cordero.

De inicio, solamente Luis Alberto Amezcua, habitual compañero de entrenamiento de Miguel Angel López, pudo seguirle. Pero a la altura de la quinta vuelta, Martín, sintiéndose como en casa, se despegó definitivamente y nadie pudo seguir su estela.

Marchando con elegancia, solamente cometió un desliz que le hizo ser amonestado por los jueces. No es habitual en él, considerado un atleta de cuidada técnica y que no suele arriesgar demasiado, confiando en un estilo constante que le ha dado numerosos éxitos. Y los que están todavía por venir. Para empezar, la Copa del Mundo de marcha que tendrá lugar en Roma los días 7 y 8 de mayo. Será un buen momento para evaluar su estado de forma a la gran cita de la temporada. En Río de Janeiro, este verano, ya puede permitirse con soñar con el diploma olímpico.

La amonestación sirvió para que Martín depurase más todavía su marcha, manteniendo a Amezcua a una distancia prudencial. El oro no podía peligrar y así fue.

FELICIDAD Unas horas antes, el chico se había afeitado una larga barba hipster que había portado en los últimos meses. "Sabía que tenía que poner guapo delante de mi gente y para las fotos", bromeó en la línea de meta. Era la felicidad personificada, tras abrazar a familia y amigos.

"Me he visto bien. Era el objetivo: hacerlo lo mejor posible. El tiempo nos ha querido fastidiar un poco la mañana cuando se ha puesto a llover, pero luego nos ha respetado. Tengo la plaza ganada para los Juegos Olímpicos y más contento no puedo estar", analizaba después.

Le gusta Cáceres, una ciudad en la que siempre se ha sentido bien. "No se puede competir más a gusto. Me siento orgulloso de mi tierra. Vivo muy lejos en Madrid y añoro muchísimo Extremadura. No hay cosa más bonita y además ha salido todo redondo", comentó.

El fue la gran estrella de la mañana cacereña, pero no la única. El Campeonato de España solo lo era para las categorías absoluta y promesa masculina, pero se aprovechó para organizar una serie de carreras para todas las edades que fueron valederas para el campeonato autonómico y el Criterium de Marcha Cáceres Patrimonio de la Humanidad. No faltaron otros especialistas que pueden estar en los Juegos de Río, como las que compusieron el podio de la competición femenina, liderado por Ainhoa Pinedo, que superó a Julia Takacs --la favorita en los pronósticos-- y María Larios.

Aviso para el futuro: se están cocinando muchas futuras figuras que están aprendiendo a marchar en Extremadura, sobre todo bajo el amparo del Atletismo Almendralejo y Juan Méndez.

Los dos casos más llamativos son los de Ana Pulgarín, de Azuaga, y José Manuel Naranjo, que es de Llerena, como Martín. Ambos son los mejores atletas españoles en categoría cadete y ayer volvieron a demostrarlo, imponiéndose con bastante comodidad a todos sus rivales, como ocurrió hace poco en el Campeonato de España. Que también les vayan haciendo hueco en los Juegos de Tokio-2020.