Amanecer: Roberto, Marcos, Willy, Santos, Miralles, Rodri, Liberal, Juanqui, Marquitos (min. 83, Miguel), Fran (min. 68, Roberto (min. 87, Polo)) y Jaime.

Cerro de Reyes: Raúl, Jaraíz (min. 78, Antonio), Cristian, Hueso (min. 78, Nauzet), Jhony, Víctor Rodríguez, Arévalo, Golo, Joaqui, Jorge Ortiz y Valentín (min. 62, Moraga).

Gol: 1-0, min. 73: Roberto.

Arbitro: López Acera (0). Segunda comparecencia del colegiado en Sierra de Fuentes y de nuevo estuvo más cerca del equipo grande. Expulsó por doble amarilla al masajista local.

Incidencias: Cerca de 400 espectadores en el Municipal San Isidro, medio centenar de ellos seguidores del equipo visitante.

Roberto fue ayer el nombre propio de la tarde y en él coinciden el guardameta del Amanecer y el delantero gualdinegro autor del tanto de la victoria. Ambos se encargaron de evitar que el Cerro se colocase líder y de que su equipo cobre opciones de mantener la categoría, historia que se repite por tercera temporada cosecutiva en Sierra de Fuentes, ya que ha sumado ocho puntos en las últimas cuatro jornadas, en las que no conoce la derrota, justo desde la llegada de Roberto a la portería y la salida de Javi de la Montaña.

El Cerro de Reyes tardó en meterse en el partido y en adaptarse a la tierra del Municipal San Isidro. Dominó territorialmente, pero careció de profundidad. Hubo muchas permutas y cambios de posición entre sus mediapuntas, pero el efecto que buscaba su técnico, Paco Miranda, no surtía efecto. Mientras, el equipo local se mantenía junto y concentrado, tratando de tocar el balón con criterio, aunque también sin opciones ante el marco del Cerro.

Tras la reanudación el encuentro ganó en intensidad y en emoción. Al cuarto de hora pudo adelantarse el equipo de José Luis Díaz tras un empalme de Juanqui rechazado por Raúl, pero el cabezazo posterior de Jaime se estrelló en el poste y un defensa lo sacó bajo palos, aunque los locales pedían gol.

Este llegaría a un cuarto de hora del final en una gran jugada personal del escurridizo Jaime, que acabó disparando raso con la derecha y el rechace de Raúl lo envió Roberto a la red sin oposición. Era el delirio local y de ahí al final fue un mar de nervios esperando a que acabase el choque para seguir soñando con la permanencia en Tercera División.