84 CACERES 2016: Ricardo Busciglio (5), Sam Jones (4), Kelvin Peña (19), Juan Sanguino (9), Harper Williams (16) --cinco inicial-- José López Valera (4), Luis Gruber (6), José María Panadero (16), Félix Ortiz (6).

74 CAI HUESCA COSARSA: Frederic Castelló (14), Marc Axton (15), Antonio Gómez (3), Pep Ortega (8), Nigel Wyatte (3) --cinco inicial-- Daniel Rodríguez (2), Javier Betrán (2), Llorens Mons (1), Aleix Prat (15), Andreu Matalí (11).

ÁRBITROS: González y Bravo. Eliminado: Wyatte (min. 37).

MARCADOR POR CUARTOS: 20-22, 46-42, 58-54 y 84-74.

Con ocho no basta. O al menos eso deben pensar a estas horas en el vestuario del Cáceres 2016, que extendió su racha de victorias consecutivas a ese número y ahora ya debe estar maquinando la novena, dentro de una semana en Illescas. La ambición de este equipo no parece tener límites y el CAI Huesca fue anoche su última víctima.

No hubo la brillantez de las citas anteriores, pero eso no le resta valor al éxito, que consolida al equipo de Piti Hurtado en zona de play off de ascenso. Poca importancia tuvo no recuperar el average cuando se sabe que no hará falta porque este Cáceres y este CAI Huesca estarán seguramente en universos distintos al final de la liga regular.

El Cáceres 2016 tuvo que escoger el camino del esfuerzo y las ganas, ya que vio que el de la inspiración se le cerraba pronto. Pero cuando se está en una dinámica ganadora es difícil que te bajen de ahí. Estupendo es que en un mismo equipo se conjuguen soberbias individualidades --qué triples mete Kelvin Peña-- con una enorme solidaridad y una gran profundidad de recursos.

ENCONTRANDO EL SITIO No empezó bien el equipo extremeño (2-11, min. 4), afectado más de lo que pueda parecer por el ataque espeso que dirigía Sam Jones. Solo a base de El Pollito y Juan Sanguino se pudo reconducir la situación (15-12, min. 7), pero ya se veía que algo no estaba tan afinado como viene siendo habitual. Al final del cuarto, 20-22 y cierta inquietud en la grada, muy animosa pero menos poblada de lo que el equipo merece debido a la Semana Santa.

El partido encontró al primero de sus actores secundarios de lujo en el segundo cuarto: Félix Ortiz. Se reivindicó con un par de triples que pusieron cierto hueco al descanso (46-42). Antes, Ricardo Busciglio había imprimido un mayor vigor defensivo a los cacereños, aunque sus prestaciones nunca serán igual de buenas en el otro lado de la pista. Harper Williams tampoco encontraba su sitio.

La diferencia se manejó en los mismos parámetros en un mal tercer periodo. 12 puntos para cada equipo y la sensación de que había que luchar hasta el final. El CAI Huesca defendía duro y, pese a no tener grandes estrellas, se mostraba sólido y con fe.

El acto final recuperó al mejor Williams y confirmó la reaparición de José María Panadero, que lleva unos partidos finísimo. El acierto de Hurtado llegó a falta de ocho minutos, cuando se arriesgó introduciendo a Luis Gruber como cuatro --en el primer cuarto no había estado bien-- y le salió de escándalo. El brasileño, tras casi tres semanas sin jugar, anotó tres de las canastas que condujeron a una ventaja de seguridad de diez puntos(71-61, min. 36). Y con Peña y Sanguino en el banquillo.

El CAI Huesca, por fin, bajó los brazos, aunque le quedaron fuerzas de evitar una derrota superior a los 14 puntos de la primera vuelta. Y al Cáceres 2016 solo le quedó celebrar lo que es un peldaño más en su apoteósica resurrección de esta liga.