El técnico del Cacereño, Ismael Díaz, manifestó que el punto obtenido en Canarias les sabe "a gloria". Esta igualada, además demuestra que el equipo de Cáceres "se ha forjado", afirmó Díaz, quien apostilló que tal circunstancia se constató con su actuación "contra el mejor rival del grupo, al que no es fácil hacerle tres goles en su casa".

"Hubo dos acciones decisivas en el partido, una el penalti decretado a favor del Lanzarote y otra su segundo tanto -fue determinante-, ya que fue en propia puerta. La expulsión de Maciot no es excusa para restarle méritos al empate. El gol de Gabi hay que atribuirlo a su excelente ejecución desde el córner", explicó. Díaz, en su análisis, no pretendió enjuiciar la labor del árbitro, pero apuntó que, en la segunda parte, no le señalaron un penalti realizado por el zaguero local Sergio.

Al entrenador del Lanzarote, José Luis Mendilibar, le pareció que no debieron "pasarlo tan mal" a raíz de cobrar una renta de dos goles (3-1) y, a pesar de quedarse con 10, matizó que el receso en el juego y en el marcador posterior obedeció "a errores propios". Aun así, reconoció que el empate fue justo.