Entre una marea de elogios y admiración la selección española pasa hoy (22.00, TVE-1) por el Monumental de River para exhibir su título mundial ante Argentina, todavía descolocada por el decepcionante papel que le tocó jugar en Suráfrica bajo la dirección de Diego Armando Maradona. Todo lo contrario que España, que remontó para convertirse al final en el espejo en que todos quieren mirarse.

Son conscientes el técnico y los jugadores españoles de la fascinación que provoca su forma de hacer las cosas en todas las latitudes. También de que sus colegas argentinos no quieren dejar pasar una oportunidad que ni pintada para empezar a rearmarse ante el que ellos mismos califican el mejor equipo del mundo. No importa la indefinición que mantiene la federación (AFA) en torno a la figura de Sergio Batista, interino en su puesto y consciente de que una mala imagen esta noche puede hacer volar las pocas posibilidades que tiene de seguir.

El técnico argentino, que llevó a la albiceleste al título olímpico en Pekín 2008, intenta ganarse a una nómina de jugadores remozada con la vuelta de gente como Zanetti, Cambiasso, Banega y Gaby Milito, empieza por descargar de presión a Messi, pero está sometido a todo tipo de presiones. Julio Grondona, presidente de la AFA, dice que tendría que haber dificultades muy grandes para que Bastista no siguiera y por otro lado abre un concurso-oposición de proyectos al que Diego Maradona no descarta acudir plegándose a las imposiciones federativas.

GANADORES Un marco radicalmente distinto al que presenta ahora España, que solamente piensa en fútbol, en su fútbol, pero con el propósito de no envanecerse y alargar hasta donde sea posible la progresión de un equipo ganador.

"Creo que nuestro éxito se debe más a tener una base sólida que a una buena generación... Después de ganar el Mundial, nuestro objetivo es prepararnos para la Eurocopa. Solo somos futbolistas y un entrenador. Solo somos campeones del mundo. Tenemos mucha responsabilidad por delante", dijo ayer Del Bosque, convencido de que el grupo que dirige tiene clarísimo el camino a seguir: "La vida del futbolista es corta y jugar este tipo de encuentros es algo excepcional y debe aprovecharlo. España no puede pararse ni aburguesarse", enfatizó.

Casillas, el capitán, quiso dejar claro que no existe tal peligro. "Hay una ilusión inmensa por conseguir otra vez grandes logros. Tenemos que aprovechar este ciclo de grandes jugadores. Puede ser que estemos ante el mejor momento del fútbol español en mucho tiempo, quizás el único", afirmó Iker, quien aseguró que esa es una de las razones por las que Puyol ha decidido continuar en La Roja. Iniesta, indicó que la motivación va a ser realmente muy grande.