Entre la ampliación y la disolución

¿A favor de qué opción se decantarán los dos principales accionistas? El mayor poseedor de títulos del Basket Cáceres SAD, Joaquín González, apenas tiene contacto con el club tras comprar hace unos años 150.000 euros (25 millones de pesetas) en acciones. Tiempo atrás había ganado una cifra astronómica en la Lotería Primitiva. Su voto será importante, así como el del ayuntamiento, que posee unos 100.000 euros (16 millones de pesetas), aunque en este caso es más previsible la decisión, ya que la apuesta del gobierno municipal por el club ha resultado explícita durante los últimos meses.¿Qué decidirán los empresarios cacereños que tienen 150.000 ? Tan importante puede resultar la decisión de un grupo de empresarios cacereños que, componentes de anteriores consejos de administración, aún no han especificado por qué opción se inclinarán. Son los expresidentes Pedro Núñez y Valentín Pinilla y otros exconsejeros como Eduardo Chacón, Pedro Santano y Daniel Guisado. Entre todos ellos suman unos 150.000 euros (25 millones de pesetas) y no parece gustarle nada la idea de reducir a cero el valor de las acciones antiguas, aunque sí aceptarían la ampliación.¿Qué peso tendrá la plataforma de aficionados 'Cáceres ACB'? El resto del capital está muy atomizado y muchos aficionados no suelen acudir a las asambleas, por lo que la denominada Plataforma Cáceres ACB intenta aunar esfuerzos para que el club no se disuelva. Su portavoz, Juan Luis Morán, está recogiendo las acciones de aficionados de a pie, pero es difícil que este voto sea decisivo. Es claro que el pequeño accionista se decidirá por la ampliación, aunque sólo sea para apurar opciones dar unos meses de vida más a un club que arrastra dos millones de euros de deuda (unos 320 millones de pesetas).¿Cuáles serán los pasos tras tomarse la correspondiente decisión? Si hay ampliación, se abrirá un proceso en el que el valor de las actuales acciones se anulará y se venderán nuevas por un valor total de una cifra por determinar y que ronda el millón y medio de euros (240 millones de pesetas). El club se disolverá si no se cubre esta operación, en la que supuestamente cualquiera podría hacerse su dueño.Si escoge la disolución, se nombraría a un liquidador que, bajo la supervisión de un juez, tendría que administrar la sociedad anónima hasta su desaparición definitiva. Se pondrían a la venta todos los bienes del Cáceres --incluyendo la plaza que, de momento, posee en la Liga ACB-- para poder pagar a los acreedores.