VILLARREAL: Reina; Belletti, Coloccini, Alvarez, Arruabarrena; Josico, Pedro Martí, Guayre (Javi Venta, m.93), Riquelme; José Mari, Sonny Anderson.

BARCELONA: Víctor Valdés; Gabri, Márquez (Iniesta, m.46), Puyol, Cocu, Van Bronckhorts; Luis García, Xavi, Motta (Saviola, m.68), Santa María (Overmars, m.46); Kluivert.

GOLES: 1-0: m.40: José Mari, 1-1: m.72: Kluivert, 2-1: m.92: Anderson.

ARBITRO: José Javier Losantos Omar (Comité vasco). Amonestó al local Guayre y a los visitantes Puyol y Van Bronckhorts.

INCIDENCIAS: Partido de la duodécima jornada de liga.

El brasileño Sonny Anderson, ya en el tiempo de descuento, dio al Villarreal contra el Barcelona, como premio a su fe en un partido que pudo acabar con empate, por el juego desplegado por ambos. Anderson, exjugador del Barcelona, no festejó el tanto como un pistolero, sino que sacó un imaginario bazoca para celebrar un gol, de cabeza y en plancha tras un pase de su compatriota Luciano Belletti.

El Villarreal salió desde el principio mucho más entonado que los azulgrana y, ya en el primer minuto, estuvo a punto de ponerse por delante en el marcador. Anderson, solo ante Víctor Valdés, no acertó a marcar, pero dejó bien claro que el conjunto de Benito Floro salía a por todas.

RIQUELME, CLAVE El argentino Riquelme, del que más se esperaba una venganza, tuvo sus minutos de gloria y pudo abrir el marcador en varias ocasiones, pero fue José Mari quien lo logró, a los 40 minutos, tras culminar de cabeza un córner botado por el argentino que, previamente, había cabeceado Coloccini.

Tras el descanso, aunque le faltó claridad, el equipo azulgrana fue ganando metros y creando ocasiones. Se veía que el empate podía llegar, pese a que los locales, a la contra, desperdiciaron un par de ocasiones para sentenciar el partido.

Luis García fue uno de los más peligrosos de su equipo y un remate suyo, rechazado por Reina, dio al holandés Patrick Kluivert la oportunidad de igualar.

El empate tranquilizó el juego y demostró que ambos conjuntos no lo daban como malo, pero en el minuto 92, Anderson cabeceó un centro de Belletti para llevar la alegría a la grada.