Reconoce que su etapa como futbolista fue breve, empezó y terminó en edad escolar, pero se confiesa un enamorado del fútbol. Ha sido el artífice principal del milagro jerezano y se lo han pagado nombrándolo presidente de honor del club verdinegro. Burguillano de nacimiento, trabaja en Zafra y vive en Jerez de los Caballeros. A partir de ahora pasará también bastante tiempo en la capital de España, donde formará parte de la nueva junta directiva de la RFEF.

--¿Le sorprende su elección?

--La verdad es que no me lo esperaba. Ha sido una sorpresa. Agradable, pero una gran sorpresa al fin y al cabo. Nadie me había comentado ni siquiera la posibilidad. Hace 15 o 20 días me llamó Juan Espino, me hizo la proposición y yo acepté.

--¿Y qué significa para usted?

--Pues significa mucho para una persona que, saliendo de un club modesto como el Jerez, llega al organismo más alto del fútbol nacional. Significa un salto muy grande y una gran responsabilidad. Se trata de nuevos retos, de una nueva labor y no me gustaría defraudar a los que han confiado en mi persona. ¿Ahora? Pues primero observar y aprender y luego colaborar en todo lo que pueda y trabajar desde las responsabilidades que se me encomienden.

--Orgulloso, feliz, agradecido...

--Muy orgulloso de poder representar al fútbol extremeño en Madrid. Muy contento con el ofrecimiento y muy responsabilizado por todo. Sin ir más lejos, sustituyo a Juan Espino Navia en la RFEF y él ha dejado el listón muy, muy alto, altísimo.

--¿Cómo ve el fútbol regional?

--Lo veo en una etapa de vacas flacas . Tras una década maravillosa, con dos equipos alternándose en Primera División y una importante presencia en Segunda A, tenemos nuestro techo actual en Segunda B. Creo que ciudades como Badajoz y Cáceres, por potencial de habitantes, podrían representarnos en Segunda A. Y otras ciudades también, pero....