Aunque con muchas diferencias --también de edad--, son dos entrenadores de la vieja escuela . Por eso no es extraño que ayer el técnico del Cacereño, Angel Marcos, parafrasease al exseleccionador nacional, Luis Aragonés, en su habitual encuentro semanal con los medios. "Todas las ligas se deciden en los últimos diez partidos, tanto por arriba como por abajo. Y nosotros vamos a ello", afirmó, trasladando a su equipo uno de los múltiples adagios futbolísticos que popularizó el Sabio de Hortaleza . La aplicación resulta sencilla, aunque no sean diez sino once las citas que quedan: "Entramos en el esprint definitivo y lo que nos quedan son finales".

La primera de ellas es mañana mismo ante el Universidad de Las Palmas (12.00, Príncipe Felipe). Marcos primero habló, por lógica, de que "hay que ir a por los tres puntos", pero luego se desmarcó de otra de las frases clásicas de Luis Aragonés, aquella en la que decía que "en el fútbol solo vale ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar...". Al entrenador verde le vale todo lo que sea sumar, y eso incluye los empates. "Es importante no perder por el grado de motivación del futbolista. Cuando pierdes, no solamente dejas de sumar tú, sino que suma también el contrario", recalcó, escéptico ante la tendencia a poner etiquetas de "defensivos" u "ofensivos" a los equipos. "Si eres capaz de dominar al contrario, entonces eres ofensivo. Si te dominan a ti, tienes que ser defensivo", apuntó.

En lo que sí se mostró muy interesado fue en pasar página respecto a la derrota del pasado domingo ante el Lanzarote (2-1) y sus sonoras declaraciones sobre el arbitraje. "En el vestuario hablamos lo que tuvimos que hablar e intentamos olvidarnos a partir del lunes", aseguró. Obseso de no dar pistas al rival --como Aragonés...--, tampoco ofreció ni un atisbo sobre quiénes sustituirán a los ausentes Tito y Tomás en el centro de la defensa.