Unos 5.000 aficionados del Valencia se congregaron en los aledaños de Mestalla para animar a su equipo. Tras la eliminación se produjeron algunos incidentes, como la quema de un contenedor. Mientras, y pese a la polémica que ha rodeado el choque, las directivas compartieron con deportividad el palco y los dos presidentes, Augusto César Lendoiro y Juan Bautista Soler, se saludaron sonrientes antes.