Salvo inesperado cambio radical, el 2006 no va a ser definitivamente el año del fútbol extremeño. Todo lo contrario. A medida que avanza el nuevo año peor son las estadísticas de los clubes de la región y más cerca se encuentran los dramatismos, algunos ya hasta asumidos, y las declaraciones de zonas catastróficas en ámbito balompédico. El del pasado fin de semana, huérfano nuevamente de victorias y con sólo dos míseros puntos de la docena que se ponía en juego, confirmó la espiral negativa en la que parece haberse metido nuestro fútbol desde aquellas campanadas de la Puerta del Sol.

Como argumento gráfico, en una hipotética clasificación referida exclusivamente a lo acontecido en el grupo IV de la Segunda División B en lo que llevamos de 2006, el Mérida presenta el peor expediente de los 20, con sólo 3 puntos y un balance goleador de -10. Y no es un ejemplo aislado. El Badajoz, sólo dos puestos por encima de los emeritenses como el antepenúltimo peor coeficiente de la competición, atesora apenas 7 puntos y un también poco gratificante -5.

Con todo, el Díter Zafra, ya casi condenado al descenso, está por encima de ambos, aunque no escapa del grupo de los cinco peores colocados en esta singular clasificación. Sus 8 puntos y el añadido del coeficiente de -5 tampoco son para tirar petardos siquiera. Sobre todo comparando los balances con los 16 puntos que ha conseguido en lo que va de año el Ecija, los 14 de Aguilas y Linares, y a ver qué pasa con el partido de los murcianos en Villanueva de Córdoba de donde podrían terminar sacando tres puntos más, y los 13 de Sevilla B, Almansa, Cartagena y Jaén, que andan a la que cae.

NI LOS AZULGRANAS Ni siquiera el Extremadura de Ortuondo, y sus puertas cerradas , sale airoso de este trance. Es verdad que es el mejor de los extremeños en el ranking. Pero no lo es menos que ni siquiera aprueba en consonancia con la media. Los 11 puntos de Baza y Talavera, en los puestos nueve y diez, son los mismos que tienen los azulgranas. Pero su problema a la hora de encajar goles, muchos, le otorgan un -2 que lo baja a la undécima plaza. El club almendralejense ha encajado cinco goles en los dos últimos partidos y el doble en los últimos seis.

Hay dígitos muy significativos. El Mérida, según informa José A. Reina, ha sumado 3 de los últimos 27 puntos que, en 9 partidos, ha disputado. Pero añade que consiguió 11 de los últimos 48 a los que tuvo acceso. El equipo de Félix Arnáiz no puede aspirar a nada con esa dinámica. Bueno, sí. A lo que tiene que aspirar, y de forma urgente visto lo visto, es ha ponerse a salvo cuanto antes por lo que pudiese llover al final en base al descenso.

El Badajoz, a tres puntos de puestos del mismo al día de hoy, también tendría que recomponer su figura cuanto antes. Lo del último partido en el Nuevo Vivero ante el Linares nos vale como pauta o modelo a seguir.

En el Extremadura, lo que más llama la atención es que a la crisis de resultados, y de identidad entre otras cosas, a domicilio se le empiezan a sumar la dificultad para sacar adelante los partidos de casa, que viene de atrás, y hasta la impotencia para sumar de tres en tres. Las obsesiones no son buenas en ningún sentido y cada uno a lo que se tiene que dedicar es a lo que es su obligación, por lo que cobra. La mejor manera de reivindicar respeto para el trabajo de uno es ser, al tiempo, muy respetuoso con el trabajo de los demás.

Del Díter sólo se puede decir en positivo que no arrojan la toalla, y eso no parece poco.