El fútbol extremeño vivió ayer su última jornada del año. Y lo hizo como el pasado: un balance negativo, ya que, como sucede en el deporte en general de la comunidad, y pese a las medallas que se suelen colgar algunos injustificadamente, los nuestros siguen dando pasos hacia atrás. Las cifras así lo dicen, y ésas no mienten: tenemos ya sólo cuatro equipos en Segunda B. Algunos históricos como el Cacereño están cada vez peor, incluso a niveles esperpénticos, en la zona media de la Tercera. Por cierto, que también nuestros dirigentes futbolísticos se han lucido en el 2005: ahora se está en negociaciones para que no se juegue la jornada de Tercera... el día 2 de enero. Y es que el hecho de que se cambiara la reglamentación, iniciada la temporada pasada, ha hecho que este año haya un club más en esta infausta categoría y el calendario se haya ajustado ´con calzador´. Espero que el futuro nos traiga mejores criterios. En algunos casos, lo tienen fácil, ya que es imposible hacerlo peor.