TAt los partidos de fútbol suelen asistir los aficionados y no solo los abonados de los equipos que juegan. En esta ocasión no era un partido cualquiera. Se trataba de dos equipos de fútbol de la ciudad, que luchan por conseguir más altas metas y seguir representando dignamente a la ciudad de Badajoz en superior categoría.

Era el derbi local. No se trataba de un partido más y como siempre sucede entre los equipos de cualquier ciudad, los aficionados y una rivalidad bien entendida en el sentido deportivo contribuyeron a que las gradas estuvieran más animadas. Más comentarios de todo tipo. Se trataba del partido de más rivalidad en la categoría. Club Deportivo Badajoz-Sporting Cerro de Reyes.

Aficionados de uno y otro compartieron las gradas cada día más pobladas desde que el Badajoz de toda la vida volvió a recuperar su sitio, el Nuevo Vivero, que recobra el calor de una afición que estuvo castigada durante un tiempo en unas instalaciones que cada domingo comprobaba cómo no podía absorber la masa de seguidores del club.

Afición entusiasmada con su Badajoz y desilusionada por el estado del césped, de la dejadez en que se encuentran las instalaciones (butacas, escaleras, asientos, lavabos, etcétera) y los alrededores del campo. Preocupada por comprobar cómo unas más que dignas instalaciones que albergaron partidos de la selección absoluta, y que fueron pagadas con el dinero de todos, están abandonadas por las máximas autoridades de la ciudad.

Indignada por comprobar cómo tenían que sacar su entrada en unas mesas en la calle, después de que las taquillas se encuentran rotas desde hace un mes y nadie pone remedio para que ello se solucione.

Recientemente se firmó un convenio por el que los equipos CD Badajoz y Badajoz CF usarán el Nuevo Vivero y asumirán a partes iguales, al 50%, los gastos de mantenimiento que ascienden a más de 70.000 euros, según las cifras dadas a conocer en el día de la firma entre los responsables de los clubs y el ayuntamiento. Un dinero que bien debería ser invertido cuanto antes en las instalaciones, césped y en el estado tan lamentable en que se encuentran los alrededores del estadio.

Señor alcalde, se le esperaba a usted el domingo. Era una magnífica oportunidad para mostrar y poder comprobar el estado de unas instalaciones públicas. El Nuevo Vivero va a necesitar mucho más que una mano de pintura para seguir siendo una referencia positiva de la ciudad y si no se actúa rápido, será más pronto que tarde sino lo es ya, una pésima imagen para su gestión como máximo representante de la ciudad.

Actúe, señor Fragoso, y cuanto antes, mejor.