En los dos últimos partidos, la única canasta en juego que ha anotado Ramón Moya ha sido desde fuera del hábitat natural de un pívot, un triple. Ante el Plasencia y el Melilla, el jugador del Cáceres 2016 ha lanzado otras 14 veces desde dentro del arco de 6,25, pero las ha fallado todas, algunas de ellas en posiciones muy fáciles. La racha (dos 0/7) preocupa en el club verdinegro, pero es el propio profesional el primer crítico consigo mismo. "No es normal que esto suceda, pero no hay que darle más importancia. No tengo que obsesionarme. Lo principal es que el equipo gane", afirma.

Pese a su negra actuación ofensiva frente al Melilla, Moya se fue contento para casa el miércoles. Principalmente, el Cáceres ganó y él había capturado 12 rebotes, cumpliendo en el plano defensivo. El pívot visitante Jay Webb se fue con otro balance inhabitual: 0/11 en tiros de dos puntos. "Sé que hay que pedirme que anote al menos la mitad de mis lanzamientos, esos que hago cerca del aro", reconoce el jugador murciano.

La cuestión es que desde el principio ha sido señalado como una pieza fundamental para que el Cáceres funcione. Es seguramente el nacional mejor pagado de la plantilla y Ñete Bohigas confía en él ciegamente: ha sido titular en todos los partidos en los que ha estado disponible (se perdió uno por lesión en Algeciras).

A por las siete

Sin embargo, su acierto ha descendido hasta un 39% en tiros de dos puntos. "Aquí estoy bien, contento. No hay que darle muchas más vueltas. Supongo que pronto entrarán los tiros", se anima. Sus lecturas van encaminadas a la marcha del equipo en general, del que comenta que le gustaría que llevase "más victorias". "Empezamos muy bien, con la esperanza de estar más arriba. Las derrotas nos devolvieron a la realidad", reflexiona. En su opinión, la lesión de Juanmi Morales durante un mes hizo mucho daño al Cáceres 2016, que ahora afronta los dos últimos partidos de la primera vuelta (en Tarragona y en casa ante el Murcia) con la esperanza de ganar al menos uno de ellos. Según Moya, más asequible es el choque de mañana en tierras catalanas, hacia las que el equipo parte hoy. "Estaría bien acabar la primera vuelta con siete victorias", asegura. Esa tesis concuerda con la de su entrenador, cuyos cálculos rondan los 14 partidos ganados a final de liga para no pasar apuros.