Ricardo Zamora fue el primer gran portero que tuvo el Barcelona pero, a diferencia de Antoni Ramallets no completó toda su carrera profesional en el conjunto azulgrana ni caló tan hondo en el sentimiento culé como lo hizo el barcelonés, fallecido ayer a la edad de 89 años. Lo de Ramallets fue la fidelidad total a unos colores, aunque no los vistiera hasta la temporada 1947-48, porque la anterior fue cedido al Valladolid, y no lograra la titularidad hasta la 1949-50, cuando tuvo que relevar a Velasco después de que este sufriera una grave lesión ocular ante el Celta.