Con solamente 21 años, ya ha sido campeón de España en siete ocasiones, tres de ellas en la categoría absoluta. El pasado domingo, Antonio Fernández , Yiyo para casi todos (Cáceres, 12 de junio de 1991) regresaba al Centro de Tecnificación de la Residencia Blume de Madrid con el último de sus títulos, el de tiro con arco en sala logrado apenas unas horas antes en el campeonato de España celebrado en la localidad de Nuncia (Alicante).

El arquero extremeño restaba importancia a lo conseguido. Cuando se habla con él la conversación fluye de manera distendida, sin estridencias, sin alharacas. Parece un deportista metódico y, sin duda, certero, también en sus palabras, medidas con escrupulosidad.

El campeón no se crece en su discurso. Ni tampoco se inmuta cuando se le plantea la posibilidad de la dificultad de estudiar Ingeniería Civil, carrera no tan dura como pudiera parecer, según da a entender, siempre con enarbolando la bandera de la modestia y la humilidad.

Desde hace seis años

En su extraordinaria hoja de servicios, una de las más importantes actualmente entre los deportistas extremeños en activo, se verifican datos tan relevantes como que empezó a practicar su deporte en 2006, esto es, no hace ni siete años. "A gente de mi familia le gustaba, me llevaron un día a la galería de tiro de la Ciudad Deportiva, empecé a tirar con mis hermanos y vi que se me daba bien y también me gustaba", cuenta con sumo desparpajo y naturalidad.

Estuvo muy cerca de ir a los Juegos de Londres del pasado verano, pero no tuvo suerte en los días decisivos. Su talento se explica con datos: este fin de semana venció con absoluta solvencia en la final del campeonato de España al andaluz Elías Cuesta , que fue precisamente quien estuvo en los Juegos.

Antonio Fernández no practica un deporte de masas, pero da lo mismo. Tiene un talento descomunal. El y quienes le rodean disfruta con ello y con la gran familia que es el club Arqueros San Jorge, cuna de grandes campeones como la laureadísima Fátima Agudo . El, mientras, va a sus clases en la Escuela Politécnica, como si nada hubiera pasado, convertido en una estrella del deporte nacional.