"No esperaba nada. Estaba con mi desbrozadora en el campo quitando hierbas. No llevaba el móvil encima y llegó mi cuñada dando voces. Me asusté al principio porque creía que era para decirme algo malo». Lo dice, con esa naturalidad tan suya, Antonio Fuentes, el entrenador del martillista Javier Cienfuegos, nombrado en la noche de este viernes mejor entrenador español.

«Nos pusimos a llorar debajo de un almendro, así fue porque me entró mucha emoción, ya que no esperaba nada de eso, por supuesto», agrega el técnico, protagonista en la carrera del atleta montijano, al que ha guiado al estrellato con un espectacular 2019, en el que fue tercero del mundo.

«Que te valore la gente es importante. Dedico este reconocimiento a mi familia, cuyos miembros son siempre los mártires de esto que estamos haciendo y que tanto sacrificio cuesta, y agradecer mucho a mi hija Ana Fuentes, que un buen día aceptó entrenar lanzamientos y por ello yo intenté mejorar para enseñarlo», relata Fuentes. «Eso fue en el 2003 y de ahí hasta ahora. Después vino Julito (Coco) y Javi (Cienfuegos), y ahí se juntaron los tres magníficos (risas)".

Antonio Fuentes consiguió otro premio muy especial para él al ser condecorado el Premio al Mérito Deportivo de 2012 en su tierra de adopción, Extremadura, ya que él nació en Palma del Río (Córdoba). También el Ayuntamiento de Montijo le nombró Hijo Adoptivo. «Todos los reconocimientos me han hecho ilusión, cada uno a su manera».

EL INICIO / Fuentes echa la vista atrás. «Cuando Javi era juvenil todavía, fui por primera vez a una competición con España. Lo recuerdo muy bien porque me perdieron el equipaje en Italia, y apareció en Holanda a los tres o cuatro meses», cuenta con su particular gracejo.

El propio Antonio Fuentes dice que también hubiera sido justo que el leonés Carlos Burón igualmente hubiera sido nombrado mejor entrenador, «ya que los éxitos que ha logrado Javi es por la labor de los dos. Nos está ayudando muchísmo», dice también Fuentes, agradecido.

«Esto no es como el fútbol. Un entrenador con un atleta de este nivel sería multimillonario. Yo no gano nada, yo vivo de mi trabajo en Calamonte», asegura el técnico del martillista.

«Estoy ilusionado con algunas chicas con talento que vienen de atrás. Aparte de Javi tenemos mucho que hacer aún en el atletismo. La espinita que tengo es que alguna de las lanzadoras que entreno sea capaz de seguir más allá de los 17-18 años, contiuar lanzando y llegar a los 74-75 metros. Tenemos los conocimientos, la cuestión es encontrar a esa deportista que quiera», comenta un orgulloso Fuentes.

En lo que se refiere a la carrera de Javier Cienfuegos, asegura que aún cree que puede llegar a lanzar más de 80 metros e incluso pronostica que lo logrará. «Y sigo diciendo que si al final no se consigue es un fracaso de todos los que estamos alrededor de él. El es una persona muy disciplinada y trabajadora y está ilusionado con eso. Yo creo que lo va a lograr si no hay lesión.Con 30 años está en su apogeo», recalca.

«Yo le deciá a Javi que estamos en un momento dulce y tenemos que aprovecharlo. Tenemos la autovía hecha y ahora hay que recorrer los kilómetros y disfrutar y mejorar esos pequeños detalles que van a hacer que el martillo vuele po encima de 80 metros»», dice gráficamente un Fuentes que aún disfruta de un momento muy especial para él.