Antonio Martínez Doblas, consejero delegado del Cacereño, insiste en que no quiere dar la impresión, como ha podido ocurrir en otras ocasiones anteriores, de que siempre se está quejando. Su mensaje, en cualquier caso, tiene cargas yuxtapuestas: de un lado dice que "cada vez siento más al Cacereño", pero de otro asegura que no tiene la solvencia suficiente para poner constantemente dinero porque también la crisis ha afectado a su propio bolsillo y él también las está "pasando canutas".

En esta entrevista hace balance de la temporada virtualmente terminada en lo deportivo y lo hace en clave positiva, aunque con el sabor agridulce de no haber estado en los cuatro primeros lugares, "pese a que teníamos equipo para ello". Pero sobre todo aborda el futuro, que ve posible en Segunda División B, aunque condicionada por los factores económicos. Martínez Doblas llega incluso a reafirmarse en su anuncio, realizado en este diario hace ya varios meses, que ya estaban buscando un nuevo campo que no generara gastos. Da incluso una pista concreta: el terreno de juego de El Cuartillo, de la Diputación de Cáceres.

--Casi terminada la competición, ¿qué balance hace de esta temporada del Cacereño en lo estrictamente deportivo?

--Se ha cumplido bastante bien, aunque no hemos logrado el meternos entre los cuatro primeros, como parecía que íbamos a conseguir. Yo creo que la Copa del Rey nos ha pasado factura al final. Tenía ilusión para estar más arriba y creo que tenemos equipo para ello, para estar peleando, pero en el fútbol los demás también juegan. El balance es positivo. Hemos vivido un año muy bonito con la Copa, que hace tiempo que no se vivía, y después en Liga afortunadamente nos hemos salvado a falta de varias jornadas para el final. Eso siempre es bastante bueno, aunque queda el mal sabor de boca de no haber podido estar más arriba, pero también hemos tenido mala suerte con las lesiones en una plantilla que tampoco era excesivamente larga. Jugadores importantes se nos han caído durante casi toda la temporada, como Raúl Medina, que era el fichaje estrella de este año y que estaba llamado a liderar el equipo y al final no hemos contado con él. También lo de Gonzalo, y es que ha habido muchas bajas para un equipo que ha jugado la Copa del Rey.

--¿En realidad tiene la sensación de que se ha perdido una gran oportunidad?

--La verdad es que sí, pero también que las oportunidades seguirán llegando si se sigue trabajando y se siguen haciendo las cosas bien. No puedo negar que lo vi cerca y además creo que teníamos plantilla para habérnoslo creído un poco más. Nos hemos quedado un poquito cortos en la clasificación, pero hay factores que influyen y que al final nos ha pasado factura. Lo de la Copa del Rey ha sido uno de ellos porque estuvimos mucho tiempo distraídos con la ilusión y ahí nos dejamos ir muchos puntos. Algunos jugadores que estuvieron bien durante la Copa luego no han estado a su nivel. Vas sumando cositas y nos ha faltado. Nos hemos quedado ahí.

--¿Cómo cataloga el papel desempeñado por el entrenador, Julio Cobos?

--Igual que el del equipo. Ha sido bueno. Ha sido su primer año, y yo creo que ha cumplido.

--¿Se va a quedar con él para la próxima temporada? ¿De qué puede depender?

--Todavía no estamos metidos en el proyecto de la temporada que viene. Hay que terminar ésta.

--¿Y en cuestiones económicas, cómo se está en estos momentos en la entidad?

--Luchando. Si todos los años hay que luchar, en éste más. Está la cosa mal. Estamos haciendo milagros, atendiendo al club lo mejor posible. Además, esperando las ayudas y poniendo lo que se puede poner.

--Hay comentarios en la calle de que quizá está usted un poco cansado y que ya vería sobre el futuro, que tiene incluso dudas sobre la continuidad...

--Esos comentarios están ahí desde el primer año. Yo cada día soy más del Cacereño, cada día estoy más ilusionado con hacer un equipo mejor. Lo único que pasa es que una cosa es la ilusión y otra es lo que luego se pueda hacer. Hoy está ya lo del convenio del ayuntamiento de la temporada pasada. Ahora, para hacer el proyecto de la temporada que viene, tienes que saber con qué cuentas. Esas cosas son difíciles de saber a estas alturas y eso es lo que imposibilita muchas veces hacer proyectos más estables. Eso nos pasa a nosotros.

--¿Quiere decir con todo ello que desmiente que haya perdido la motivación?

--Totalmente. Para nada la he perdido, eso que lo tengan claro todos. Lo que pasa es que hay que ver qué se puede hacer para el año que viene. Yo doy todo por el Cacereño, pero tengo mi límite. No mi límite emocional, sino crematístico. Habrá que ordenar un poco más el club y ver dónde se puede jugar y todas esas cosas.

--De momento, el Cacereño cumplirá por primera vez cuatro temporadas en la Segunda División B seguidas, lo que nunca había ocurrido...

--Y la quinta temporada consecutiva el año para el año que viene. Eso quiere decir que el Cacereño es estable y que está asentado en la Segunda División B. Para dar un salto a otra categoría primero te tienes que asentar, no somos un club de bajar y subir. De momento, esto tiene su mérito, que es de toda la gente que ha aportado su granito de arena. Somos el primer club de Extremadura. Ahora hay que intentar seguir siéndolo y continuar poniendo los pilares.

--Usted ha dicho que el problema es el campo, a lo que se ha unido el dinero del aval que hay que depositar antes de cada temporada...

--Tener un equipo en Segunda B es complicado, necesitas mucho dinero. También necesitas mucha unión y yo doy todo lo que puedo. Ahora mismo hay que ver qué es lo que hace falta para tener equipo el año que viene. ¿Qué es lo que hace falta? Hace falta solucionar el problema del campo. Ese campo (el Príncipe Felipe) está mal. El terreno de juego y lo que no es el terreno de juego es un lastre para el Cacereño, y nos cuesta mucho dinero todos los años. La factura del agua es de 60.000 euros, por poner un ejemplo. De luz, otros 30.000; el mantenimiento, el césped... 200.000 euros, una losa grandísima. ¿De dónde sacas ese dinero? Estamos poniendo, poniendo... y es muy difícil.

--¿Se arrepiente de lo que dijo en su día en este periódico cuando dijo que la temporada que viene, a no ser que se dieran algunas circunstancias, no iba a jugar en el estadio Príncipe Felipe?

--No. ¿Cómo me voy a arrepentir? Yo intento no cometer los errores que pudiéramos cometer. Intento buscar siempre lo mejor para el club. Entonces, mientras hemos podido, hemos jugado en el Príncipe Felipe. A lo mejor, lo mejor para el año que viene es no jugar en el Príncipe Felipe y por lo menos nos ahorraremos los gastos que esto conlleva, que son muchísimos. Además, es un estadio incomodísimo para la gente porque está ya muy viejo y necesita poner dinero en él. La inversión que habría que hacer y lo que te ahorras ya es un dinero importantísimo que no tenemos. ¿De dónde lo sacamos? A los socios se les han puesto este año precios superpopulares, siendo conscientes de la situación. Aún así hacen un esfuerzo grande. Cada año tenemos más socios, pero a la vez ingresamos menos. Los gastos que se generan y que hay que afrontar son bárbaros. A los que he mencionado, los árbitros, desplazamientos, ahora vamos a Cartagena... tenemos un equipo en Tercera. Son bestiales los gastos antes del equipo. Y para hacer un equipo también necesitas dinero. Las subvenciones en cada temporada han ido siendo menores. Lo único que ocurre es que el club se resiente mucho si no llegan durante la temporada. Hay que pagar mucho y he llegado a un límite.

--¿Cúal es su táctica ahora, por decirlo de alguna manera?

--Aquí no hay táctica. Aquí hay supervivencia. Ver cómo podemos ir hacia adelante. Tener un equipo en Segunda División B lo mejor posible. ¿Qué es lo que tenemos? Habrá que buscar un campo que nos ahorre lo que nos gastamos en el nuestro. Vamos a ver qué tenemos para hacer un equipo lo mejor posible. No se puede pedir más.

--¿Y cuál sería ese campo o la solución que habría que poner?

--No lo sé. Habrá que ver. En Cáceres está en el campo de la Diputación (el de El Cuartillo), que se puede acondicionar y que tiene 2.000 localidades. Pues a lo mejor ahí. Está claro que hay que buscar la solución entre todos, no solamente yo. Donde haya disponibilidad. El tema del campo hay que solucionarlo y el de los avales también.

--Entonces, ¿la idea es salir, no?

--Pues claro, pero tenemos que buscar soluciones.

--¿En algún momento se ha planteado vender la plaza, como se ha preguntado gente?

--Si llega el momento y no se puede salir porque no se pueden poner los avales... ahora estoy fastidiado, como todo el mundo, pasándolas canutas. Puse lo del aval vendiendo un piso en Marbella, ¿y qué hago ahora? Intentar ver todas las posibilidades y qué se puede hacer. Vamos a intentar por lo menos no gastar en el campo y buscar los avales, a ver cómo lo conseguimos. Si no consigo lo de los avales, ahí hay equipos que quieren salir y tienen más posibilidades. El truco está en no gastar más de lo que se tiene. En realidad, ahora no tienes nada. Hay que ser muy valiente para estar ahí, que lleguen los futbolistas y te digan en agosto, '¿eh?, lo que me has dicho'. ¿De dónde saco yo esto? Si con lo que se cobra a los socios no se paga ni agosto... y se dice que si retrasos en el cobro, pero ¿y los retrasos en el pago? ¿quién nos paga a nosotros? Publicidad, cero. Es todo lo que yo me invento para engañarnos: aquí en el Marca Sport Café (donde es empresario) le digo al de la cerveza: 'pues dame una publicidad para el Cacereño'... eso en realidad lo pongo yo, porque la cerveza la estoy pagando a lo que vale, no a lo que me la podían poner.

--En estos cinco años que lleva, puede calcular cuánto le ha costado el Cacereño?

--Yo el cálculo no lo puedo echar porque yo no le paso nada al Cacereño: ni gasolina, ni teléfono ni nada. Sí digo que la auditoría que hemos hecho hace poco, salía que había puesto un millón cien mil euros o algo así, más lo que ha puesto mi padre (el presidente, Antonio Martínez Buzo). A fondo perdido. Soy mayorcito y he puesto porque me ha dado la gana, pero es que ahora no lo puedo hacer porque no tengo un duro.

--Y todo eso, ¿usted cree que no está siendo lo suficientemente reconocido o valorado?

--Yo lo hago por mí. Yo sé lo que hay. Sé que tengo que estar ahí, pero tengo un límite. Si no hay otras patas pues costará muchísimo o nos iremos a Tercera. Yo he dado todo lo que he podido. No voy a quejarme de nada. La gente que está ahí metida sabe lo que hay. No voy a ponerme a pedir ahora. Voy a buscar soluciones para que estoy siga para adelante. Ahora, lo demás, cada uno sabe lo que tiene que hacer.

--Pero puede percibirse de que hay más dudas este año...

--Todos los años igual: 'a ver qué va a hacer Martínez Doblas'. Pero esto no sólo depende de mí. No quiero quejarme, pero esto tiene su límite. ¿Qué hacemos? ¿Jugamos en el Príncipe Felipe otro año? ¿Para qué? ¿Para que digas desde el primer partido que vaya mierda de campo? ¿Qué hago? Esto me duele. Si estuviera en otra situación, como cuando compré el club, lo haría.

--¿El desajuste de este año a cuánto puede ascender?

--Hemos bajado mucho la Seguridad Social y lo del IBI. Lo de Quico lo pago yo. En Tercera División teníamos 180.000 euros de subvención; ahora, en Segunda División B, 75.000. Lo que no entiendo es que al baloncesto se le dé más. ¿Qué pasa? ¿Somos menos? Tenemos más repercusión y más prensa, además de socios; más todo. Demasiado poco hablamos. Antes era de otra manera, pero ahora mismo ¿por qué? Con todos mis respetos para el club de baloncesto, pero tengo que abogar por el Cacereño. Todavía no nos han pagado un euro de subvención institucional. Yo no tengo para pagar un club de Segunda División B solo. Son 20.000 historias.

--¿Se puede decir que está siendo su año más difícil en el plazo organizativo en el club?

--Sí. Siempre ha sido bastante complicado, pero este año lo ha seguido siendo y mucho. Pero en lo deportivo ha sido una temporada muy bonita.