BARCELONA - 2: Valdés; Alves, Puyol, Milito, Maxwell; Iniesta, Busquets (Keita, min.69), Touré Yaya; Messi, Ibrahimovic (Bojan, min.74) y Henry (Pedro, min.46).

OSASUNA - 0: Ricardo; Azpilicueta, Miguel Flaño, Josetxo, Monreal; Puñal, Nekounam (Calleja, min.78); Juanfran (Rúper, min.78), Vadocz, Camuñas; y Masoud (Galán, min.85).

Goles: 1-0, min.73: Ibrahimovic. 2-0, min.89: Bojan.

Arbitro: Velasco Carballo, del comité territorial madrileño. Amonestó con la tarjeta amarillas a Busquets, Puñal, Iniesta, Alves, Josetxo y a Messi.

El Barça se hizo otra vez con el liderato, a la espera de lo que haga hoy el Real Madrid, gracias a un triunfo muy trabajado contra el Osasuna (2-0), equipo que cuajó un gran partido, pero que se ha visto desbordado por los goles de Ibrahimovic y Bojan.

El juego barcelonista resultó decepcionante, sin ritmo alguno y agobiado en la zona de construcción hasta el punto de que ni Touré, Sergio Busquets o Iniesta acabaron de centrar a su equipo y establecer el flujo correcto con el balón.

Tras minutos de tono bajo, y después de que en el 4 el húngaro Krisztian Vadocz se quedase solo ante Valdés, contra el que disparó a placer sin mucha fortuna, el Guardiola ajustó cambió el esquema, dado que el 4-4-2 no estaba permitiendo que el balón pasase al campo de Osasuna.

Guardiola ordenó, entonces, un 4-2-1-3, con Messi de media punta, por detrás de Iniesta, Ibrahimovic y Henry, pero en nada mejoró el juego azulgrana, muy impreciso incluso en el pase fácil. Al cuarto de hora, el Barcelona confeccionó dos acciones de gol, con Messi en el lanzamiento de una falta directa y en una vaselina que intentó Henry, pero en ambas el intento azulgrana careció de acierto.

Osasuna había hecho lo mejor de su trabajo; desvirtuar a un Barcelona que, desde que Xavi está ausente, no encuentra un punto de equilibrio en el centro del campo. Con un juego ramplón y desconocido, el Barcelona fue sumando minutos hasta llegar a la media parte, mientras el equipo de Camacho se sentía cada vez más cómodo.

INQUIETUD Guardiola retuvo más de la cuenta a su equipo en el vestuario en el descanso para dar nuevas órdenes, lo que molestó al árbitro que, inquieto en el campo junto a los jugadores de Osasuna, no entendía por qué tardaba tanto en salir el conjunto catalán.

La puesta en escena en el segundo acto llevó a Pedro al campo en sustitución de un flojo Henry y, lo más destacado por parte azulgrana, fue que el mensaje de Guardiola había calado; la pelota iba más rápida y por ello las acciones en la meta de Ricardo empezaron a sucederse con cierta frecuencia.

Osasuna vio el cambio de ritmo de su rival y optó por un fútbol mucho más conservador, especialmente porque el Barça se le echó encima. A los cinco minutos, Messi llegó tarde a un balón franco que finalmente acabó en las manos de Ricardo.

Llegado al ecuador del segundo tiempo, algunas acciones fueron muy protestadas por un público muy susceptible, que sacó pañuelos blancos en señal de enfado con el árbitro.

Primero, fue un remate en el 70 de Keita, que había entrado un minuto antes en lugar de un apagado Busquets, y tres minutos después una acción bien trenzada por la banda llegó a Maxwell, que centró a Ibrahimovic para que marcase (1-0).

El Barcelona había hecho lo más difícil del trabajo, como era romper a un ordenado y seguro Osasuna, que aun así aumentó su presión para buscar el gol que se le resistía. Sin embargo, el que volvió a marcar fue el Barça, gracias a una combinación entre Iniesta y Bojan Krikic (2-0), quien había entrado en el campo justo después del 1-0.