Brasil se cruza de nuevo en el camino de Fernando Alonso. Aquí ganó dos títulos con Renault, aquí perdió uno con McLaren. Y de nuevo llega con opciones, pero esta vez investido con el rojo Ferrari, y eso lo cambia todo. "La principal diferencia es que ahora corro para Ferrari. Ganar siempre es especial, pero hacerlo para Ferrari es mucho más notorio. Y sientes que puedes dar una alegría a mucha gente por todos los aficionados que siguen a Ferrari por el mundo". Ninguna presión, solo disfrutar de este momento y los que vienen, porque aún le quedan al menos cuatro años más en Maranello.

Acepta Alonso que los errores se magnifican en un equipo grande, es parte del juego, pero valora más pilotar para un equipo que todos, o casi todos los años, le brindará un coche para luchar por el título. Y, sobre todo, le brinda el apoyo, el calor que nunca tuvo en otro de los grandes, McLaren, quizá la causa de que perdiera el título en 2007.

Ferrari ha respaldado el proyecto de Alonso cuando más lo necesitaba, en los peores momentos del Mundial más reñido que se recuerda. "Ha sido un campeonato muy bonito, muy igualado, con mucha lucha, muchos ganadores diferentes, mucha igualdad mecánica entres los tres equipos grandes".

Un equipo inmenso

Atrás han quedado las frases que resonaban cuando luchaba en contra de Ferarri, cuando era piloto de McLaren y, sobre todo, de Renault. "Aquí hay dos equipos que hacen trampas, Honda y Ferrari", llegó a decir en Montmeló-2005. O aquellos "¡toma y toma!" en el podio de Brasil-2006 tras tumbar a Michael Schumacher. Un año después vio como el coche rojo de Raikkonen, ayudado por Massa, le birlaba un título que comenzó a perder en la lucha intestina de McLaren.

En aquel momento varió su forma de ver a Ferrari; allí entendió que aquel debería ser su equipo. "Sí. Ferrari es un equipo grande". Valora el asturiano la capacidad de la escudería para darle el mejor coche, para solucionar los malos momentos. "Parte de la remontada es también gracias a gente como Stefano Domenicali, el director deportivo. Cuando las cosas salen mal, siempre se apunta a Domenicali, al muro... Y, cuando salen bien, es gracias también a la capacidad de motivación cuando el momento no era tan brillante y los puntos no eran suficientes. Siempre que se llegaba a Maranello había alguien que motivaba a todo el mundo".

Por eso Alonso puede ser el cuarto piloto en la historia de Ferrari que se proclame campeón el año de su debut, lo que dice mucho de la dificultad que conlleva conseguirlo. Solamente Juan Manuel Fangio (1959), Jody Scheckter (1979) y Kimi Raikkonen (2007) lo lograron. Suele recordar Alonso que todo un Schumi , ya bicampeón, empleó cuatro años en conseguir su primera corona para Maranello.