Perdón, ¿de verdad creían que el año que gana todo el mundo, va a ser el año que Dani Pedrosa, el ganador de siempre, cerraría sin triunfos? No, por supuesto. Ya podían ustedes pensar que siendo pequeño no calienta el neumático trasero. O que, al abandonarlo Alberto Puig, ya no sabría tomar decisiones. O que Honda escogió, para este año, el motor que le gustaba a Marc Márquez, no a él. O que los Michelin están hechos contra él. O que todos se atreven con el eterno candidato al título. Piensen lo que quieran pero, como dijo ayer su maltratado técnico, el bueno, el buenísimo, de Ramón Aurín: "Dani ha vuelto para quedarse".

En los últimos siete grandes premios hasta llegar a la casa de dios, ganan siete pilotos distintos (Jorge Lorenzo, Valentino Rossi, Jack Miller, Márquez, Andrea Iannone, Cal Crutchlow y Maverick Viñales) y, en el octavo, ¿no va a ganar Pedrosa, que lleva 11 años ganando, al menos, un GP por año? ¡Por favor! Pedrosa lleva 29 victorias entre los grandes y, encima, con picos de siete triunfos en un mismo año (2012) y demostraciones como la de ayer en el jardín de Rossi.

COLECCION DE VICTIMAS Es posible que ya no llegue a tiempo de ganar el título soñado, como tampoco Rossi llegará a su décimo. Pero Pedrosa, que ayer salió desde la tercera fila, teniendo por delante a Crutchlow, Andrea Dovizioso, Michele Pirro, Márquez, Viñales, Rossi y Lorenzo, sigue siendo un magnífico. Un gran premio que parecía destinado a Lorenzo (logró dos de las tres vueltas rápidas del sábado) acabó en manos de Pedrosa, que, con zapatillas de gamuza, arriesgando con el neumático más blando delante arrasó.

En la salida se zampó a Crutchlow. ¡Mira, en la salida!, donde más miedo tenía. A la quinta vuelta, se merendó a Viñales. Luego, se quedó dos vueltas detrás de Dovi . "Ese fue el peor momento. ¡No veas cómo corre la Ducati en la recta!". Al final, ¡zas!, superó al ducatista. Le quedaba lo peor. "Perdón, lo mejor". Y ríe pensando en Márquez, Lorenzo y Rossi.

EL GRAN ADELANTAMIENTO Siete vueltas detrás de Márquez para estudiarlo. "Lo tenía a 1.5 segundos y, de pronto, lo vi detrás mío. Y me dije, ¡uf!, es el día de Dani, olvídate, no te resistas, viene como un tiro. ¡Salía octavo y enseguida llegó a mí! Pasa, pasa...". Y Pedrosa pasó volando bajito. Algo parecido le ocurrió, cinco vueltas después, a Lorenzo. "Sí, sí, no tenía sentido resistirse a Dani, era mucho más veloz que cualquiera de nosotros", sentenció el mallorquín.

Y llegó el momento definitivo, final, aquel que iba a poner a 100.496 seguidores de Rossi rojos. "Solo me valía la victoria. Estaba en casa, ante mi gente, les había prometido que ganaría y, sí, apareció Dani y me fastidió la fiesta", relata Rossi.

GESTA CUMPLIDA Y ¡zas!, no se lo pensó, le metió la moto en el interior de una curva velocísima y salió soplando, pitando, volando raso. "Con Vale tienes que ser determinando en los 600 metros siguientes a adelantarle, porque él intenta devolvértela enseguida. Aguanté, aceleré y abrí un hueco". Y ahí se acabó todo, carrera incluida. "Cuesta mucho ganar para lo poco que dura la alegría. Los que pierden trabajan más que tú para volverte a ganar", sentenció.