Ante el Lleida, precaución y aviso a navegantes, por si acaso. El mensaje del Cáceres 2016 en su duelo de esta tarde (19.00 horas, Multiusos) es diáfano: enfrente habrá un rival complicado, muy diferente al que se batió en el inicio liguero, con lo que de nuevo el nivel de exigencia será el máximo para conseguir el objetivo.

El entrenador del club extremeño en la LEB Oro, Gustavo Aranzana, asumió que los suyos están en forma (12 victorias, 5 derrotas, quintos y empatados con los terceros), pero que ello no supone una garantía de nada en este segundo encuentro en casa consecutivo y, además, en la misma semana. "Debemos de dejarnos de confianzas estúpidas", advirtió gráficamente el técnico en su habitual comparecencia prepartido.

Aranzana pidió "respeto" a oponentes que, como el Lleida, llegan también con buenas vibraciones, una vez acoplado el equipo ya que, recordó, "fue de los que más tarde se hizo". El talento del alero Mohamed --por el que se interesó él mismo en pretemporada--, la clase del experimentado base José María Guzmán --cinco de seis en triples ante el Huesca la pasada jornada-- o el poderío de Curtis son algunos de los argumentos con los que se presentan los catalanes, dueños de una plaza baloncestística con historia ACB, pese a sus vaivenes económicos que en años anteriores les borraron del mapa. Con ellos, hombres clave como Manzano, Carrión o Marc Rubio, citó el vallisoletano.

"Son peligrosos y trabajan bien ofensivamente", desgajó Aranzana, quien destacó también que "son buenos sin balón y tácticamente tendremos que responder bien".

Para ello, se espera que Koffi, del que Aranzana dijo que no está bien físicamente aún, "sobre todo de piernas", mejore sus prestaciones. También que el talento de los jugadores más importantes de su equipo (Cherry, Humphrey, Antelo, Francis, Xavier o Angulo) salga a relucir, una vez más.

CHERRY Cuestionado sobre el caso concreto de Cherry, el entrenador se mostró de acuerdo con las declaraciones del base andaluz en este diario, en las que reconocía que "si tengo que hacer 20 puntos, es que algo no va bien". Aranzana alabó la implicación de su conductor de juego titular, al tiempo que incidió en su inteligencia, también dentro de la cancha. "No es fácil distribuir juego en este equipo, pero él sabe a quién debe darle el balón en cada momento. No hay ansiedad", recalcó. Aun así, se mostró partidiario, como lo ha hecho siempre, de tener en sus plantillas a un base anotador.

Después habló de los casos de hombres como Humphrey, del que dijo que la clave es que se encuentra agusto entrenando; Antelo, al que advirtió que sería el "año definitivo y tiene que ser ambicioso" o Lucio Angulo y su capacidad de trabajo.

"Debemos basarnos en la solidaridad, el trabajo y la humildad", dijo antes de reconocer que no le ha gustado cambiar su plan de trabajo para esta semana con motivo de la disputa del Campeonato de España de Balonmano, que hizo que, por ejemplo ayer, tuviera que entrenar a partir de las diez de la noche y que hoy mismo no pudiera hacer su rutina habitual: ensayar en la mañana antes de partido. "He tenido que cambiar y espero que el equipo no lo note".

Del mismo modo, dijo que no le preocupan especialmente los resultados de otras canchas (el Cáceres puede situarse tercero en solitario si caen Burgos y León fuera). "Nosotros tenemos que tener tensión y dejarnos el alma", apuntó el técnico, que espera que sigan el espectáculo... y las victorias.