Acompañado de varios de sus colaboradores, Gustavo Aranzana estuvo ayer en el palco del Príncipe Felipe viendo el Cacereño-Atlético de Madrid B. Es un buen aficionado al fútbol, amigo de entrenadores como Gregorio Manzano. No fue el único rostro conocido en el estadio: estuvo sentado detrás de dos exfutbolistas de leyenda como el extremeño Manolo Sánchez y el brasileño Luiz Pereira.